consumidores al mando: Phillips personaliza las afeitadoras con impresión 3D

la impresión 3D tiene dos facetas, no necesariamente divergentes pero que se dirigen a mercados diferentes: por una lado tenemos toda la producción destinada al consumo personal de usuarios que simplemente tienen una impresora 3D y fabrican para ellos o un grupo limitado

la otra faceta, son las posibilidades de personalización de productos destinados al mercado masivo, es decir el uso que hacen de la impresión 3D las grandes marcas y que abre posibilidades para que tengas un producto masivo pero con pequeñas pero significativas adaptaciones solo para tus ojos (4 your eyes only), o sea una aparente cuadratura del circulo en la producción en escala

este es el caso de la mítica y emocionalmente próxima Phillips (baby boomers culture) que con el proyecto 3Dshaver permite personalizar el diseño de la carcasa y elegir el tipo de accesorio para afeitar (mayor o menor corte)

No es la primera vez que vemos un gran fabricante ofrecer esta posibilidad de personalizar algo que por definición y costes tiene que ser igual para todos, pero lo llamativo de este caso es hasta donde está llegando esta ola de ofrecer productos únicos en mercados de masas

Phillips, que con crisis y reinvenciones lleva 125 años en el mercado, juega a pequeña escala ofreciendote personalizar solo 125 afeitadoras, durante los próximos 6 meses y solo a clientes de Holanda, o sea como veis en la propia estrategia hay un mensaje explicito de limitación (tiempo, cantidad, lugar) que incrementa esta sensación de tener un objeto único por 99 euros

la personalización de la carcasa (en colores) se hace en nylon mediante la técnica de sinterizado selectivo con láser de Shapeways, una plataforma online de impresión 3D que suelo citar bastante (sobre todo el dia de San Valentin) y que tiene una directa vinculación con Phillips ya se salió de su programa de incubadora de empresas 

Personalmente no uso afeitadoras eléctricas, pero el fenómeno del me,mine en el mercado de masas es uno de los signos definitorios de este nuevo mercado, formado por consumidores que ya tienen de todo (problema!), y por tanto quieren un objeto de uso único, pero a precio de Taylor