La Internet de las Cosas (IoT) fue otro de esos memes que intentó venderse como una tercera etapa de la red, de la Internet de las personas a la Internet de los cosas decían, con el incontestable argumento de que (en efecto) hay más cosas que personas en el mundo...
Buen intento, pero la debilidad de esto es que no todos los objetos que poseemos o usamos (matiz!) necesitan una conexión para hablarnos de el o de su estado actual, aun así actualmente hay en uso unos 1000 millones de objetos conectados en el mundo la mayoría en industrias y (casi) todos con las populares (hasta ahora) etiquetas RFID
De vuelta a este 2025 donde la IA los es (casi) todo en tecnología y el IoT reaparece comercialmente como IA física, una supuesta nueva IA enlazada con el mundo real de objetos físicos y esta vez basada en nuevos sensores sin batería a bajo coste si se adquieren en grandes volúmenes
La historia es como sigue: a principios de este año compañías tan dispares como Pepsico , Intel, Qualcomm o Wiliot fundaron una Asociación de IoT ambiental, con el objetivo de fijar estándares para el uso e interconexión con estos nuevos sensores que toman la energía de fuentes como las ondas radioeléctricas, la luz, el movimiento o el calor y que obviamente no necesitan batería ni conexión a la red eléctrica
¿Por que esta vez les iba a funcionar a gran escala? el principal argumento es que son mucho más baratas que las etiquetas RFID convencionales que son una tecnología probada que realiza bien su trabajo pero que a gran escala no son tan baratas
Una de las empresas pioneras en este emergente sector es Williot que vende sus sensores ambientales del tamaño de un sello de correos a 10 centavos en forma de etiquetas dispensadas en rollos y que ha convencido ni más ni menos que a Walmart que con sus sensores sin batería se ahorra dinero y tiempo de operación (que viene a ser lo mismo)
Walmart espera colocar uno de estos sensores en cada uno de los 90 millones de pallets con productos que este coloso del comercio usa en sus 4600 tiendas en todo el mundo, en lo que seria el primer gran test de una IoT ambiental en comercio a gran escala
Como te puedes imaginar esto podría ayudar a decidirse a sectores sensibles a este tipo de información como las farmacéuticas, el alimentario o el textil , sin olvidar claro que luego vendrá la pelea por vender la plataforma de análisis de datos con IA para sacar provecho a esta (se supone) valiosa información







.jpg)



