Siempre he pensado que el ecommerce ha sido una innovación cultural más que tecnológica, pues cambió los hábitos de consumo pero también las micro-estrategias de compra de muchos que vieron una oportunidad para hacer cosas que en las tiendas convencionales no es que sea imposible pero si más complejo (el cara a cara impone sus reglas)
Uno de estos efectos colaterales de la normalización social de la compra online es por supuesto el aumento de las devoluciones de los items adquiridos. Aunque rara vez he devuelto un articulo, hace años que en mi cambiante alrededor conocí a personas que adquirieron con rapidez/avidez y sobre todo con naturalidad la costumbre de pedir más productos de los que necesita, especialmente ropa de todo tipo para probarse tallas, colores y un insondable etcetera y devolverlos sin pudor
Aparentemente este fenómeno que conocen bien todos los minoristas (retailers) no es ya una estadística marginal, de modo que ha aparecido todo un nuevo léxico para describir el perfil de esta tribu de devolvedores que como podrás comprender empiezan a ser un coste notable para las plataformas de ecommerce
Así, un devolvedor en serie es un comprador que como hábito normal de compra devuelve productos, en tal magnitud que llegan a suponer el mayor porcentaje de productos devueltos al vendedor. Por ejemplo según The Guardian en UK estos serial returners suponen ya la mitad del total de los productos devueltos (1 de cada 2 !!)
La práctica, aparentemente común de comprar ropa de varias tallas y colores y luego devolver los que no cuadren al comprador se denomina bracketing. El hábito de comprar ropa o calzado para usarlo durante un corto periodo de tiempo y luego devolverlo se denomina wardrobing (de armario claro) y por último y por el momento, la nueva práctica de comprar productos con la única finalidad de mostrarlos en social media y de nuevo devolverlos se llama staging
El porcentaje de compradores con esta ética flexible no es nuevo en el comercio y siempre se ha asumido como un coste del propio negocio, pero en la nueva normalidad del comercio online donde alguien tiene que recoger los productos y empaquetarlos de nuevo, el coste ya no es insignificante
Por eso hace tiempo que hemos visto, sobre todo en el sector de la moda, que muchas tiendas cobran por todas las devoluciones a menos que se devuelvan físicamente en la tienda.
¿Hay más caraduras que nunca en el comercio?
como (casi) siempre, NO. Es mejor pensar que si la estrategia de muchos vendedores ha sido la compra compulsiva y ese vivir el momento, el resultado no podía ser otro que el auge de las devoluciones por que muchos han comprobado que la necesidad se sacia en la compra no en el uso del producto....