Monday, June 29, 2015

La música en el siglo XXI: Apple, los vinilos y la escasez


La música fue la primera industria del ocio afectada por la evolución digital, primero con las tecnologias p2p (Napster fue el simbolo), más tarde con las tiendas 100% digitales (iTunes) y luego, sin pausa alguna, con el cambio de los hábitos de consumo hacia el emisión streaming (desde Spotify a Pandora)

Durante los últimos 16 años la deriva de la industria musical (que no de la música como creación) ha servido de ejemplo para el resto de las industrias del ocio para prever los cambios y tratar de no repetir los errores (algo que no estoy seguro que se produjera)

uno de los aspectos positivos de ser early adopter  forzado de la digitalización y de la libre distribución por Internet es que quizá la música encuentre una salida antes que el resto de la industria e imagine un sentido/valor agregado a los consumidores de un siglo donde todo es accesible y todo es abundante

La apertura de una radio global dentro de Apple music, mañana 1 de julio, y el auge (moderado) del fetichismo con los discos de vinilo son dos factores que nos hablan de una nueva música que buscar reinventarse inspirándose en el pasado  

Si por algo se ha caracterizado Apple durante estos años prodigiosos (07-15) ha sido por reinventar todo lo que toca haciéndolo parecer original a los nuevos/viejos clientes. Por eso, la radio musical de Apple no aporta nada a lo que existía desde Wolfman Jack, PERO si logra convertir la vieja radio musical (o sea, poco bla bla bla y mucha música) en un servicio de pago, merecerá pasar a la historia 

La vuelta de los vinilos es otra tendencia nicho que lleva mucho tiempo, de hecho se podría decir que los plásticos de 33 rpm nunca se fueron del todo y es habitual ver fabricantes de tocadiscos originales, sin olvidar que la edición vinilo es casi una característica obligada de algunos grupos/bandas autodenominadas indies,  

¿Se podría hablar de un renacer de la música como oferta cultural de este siglo? fijaos que las dos novedades que os he comentado no es que sean lineas rojas de cambio de tendencia pero si son significativas de un viraje en el consumo hacia la limitación/escasez: 

el pago por streaming y la limitación de oferta que supone un soporte que apenas aguanta 40 minutos de música

No seria tan extravagante pensar que la revalorización de la música venga de un acceso más limitado y seleccionado/curado por especialistas que tienen intuición (como Diego Manrique) o sea, más boutique del gourmet y menos mercadillo global

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