El oro llega a la impresión 3D

La impresión 3D esta dejando rápidamente de ser una next big thing para convertirse en una realidad de mercado que con premeditada precisión esta alterando uno a uno, muchos de los antiguos mercados  de producción masivos y artesanales

Pero para que la impresión 3D pasara la linea de entretenimiento techie y se convirtiera en alternativa neo-industrial hacia falta al menos 3 condiciones: la primera un abaratamiento que ponga estas maquinas en manos de más personas, unos estándares abiertos y sin duda, que la impresión no se limitase a materiales plásticos como el PLA o el ABS,. los más comunes (hasta ahora) en las impresoras de bajo precio 

Bueno pues la novedad ahora es que compañías de impresión 3D bajo demanda como Shapeways empiezan a aceptar (y entregar) diseños en oro de 14K. La sorpresa no obstante no es que el oro entrase ya en 3D print, sino el corto tiempo en que esto ha ocurrido, de modo que desde la misma web de Shapeways puedes ordenar diseños 3D en plástico, bronce, latón, cerámica, arenisca y ahora oro .. la diferencia obviamente está en el precio que en el caso del oro 14K es de 600 dolares por cm3 

El proceso que emplea Shapeways es similar al que han empleado los joyeros desde hace siglos, es decir hacen un modelo inicial en cera y lo cubren de un material como el yeso plástico, para hacer luego el vaciado donde verter el oro liquido....la diferencia es que ahora el modelo inicial (el de cera) se hace con una impresora 3D, lo que significa abrir la joyería a cualquier diseño de (casi) todo el mundo...

pensad ahora en la cantidad de pequeñas joyerías de barrio que podrán ofrecer diseños exclusivos asequibles (es decir solo los vendo yo), y atender por ejemplo los caprichos de una pareja que desea usar una alianza única, o simplemente puestos de joyería (sin taller propio) que podrían tener diseños poco comunes en el mercado masivo...

En mi próximo libro (próxima publicación en España!) le llamo a esto la rebelión de los artesanos, por que en definitiva es una especie de vuelta o revalorización de la oferta artesanal y una fortaleza para competir con las grandes cadenas de retailers que al fin y al cabo ofrecen un catalogo limitado (lo que más se vende)