autor: francisco vacas
el reloj de pulsera fue desde comienzos del siglo XX la tecnología más difundida y además la única que realmente llego a estar todo el dia (24/7) con el usuario...y eso fue así hasta que el móvil/mobile/celular se convirtió en el dispositivo más usado y vendido de toda la historia, algo que tuvo además una repercusión directa sobre la venta de relojes de pulsera (wristwatches)
De repente el hábito de mirar la hora paso del reloj al móvil, ante la evidencia de que había una redundancia de funciones, o sea ambos daban la misma información, asi que ¿por que no librarse de uno?..y el eliminado fue el reloj
La reacción de muchos fabricantes de relojes fue o bien convertirse en un complemento de moda (algo que la suiza Swatch ya hacia desde comienzos de los años 80´s) o asegurarse un lugar en el universo del fetichismo de lujo (Omega, Rolex, Longines etc)
El problema del reloj de pulsera, al menos para la generación Harry Potter, es que el reloj solo daba una información (la hora!) y por eso resultaba poco menos que inútil o aburrido (boring).
Paradojicamente los intentos de convertir el reloj en una pantalla con más funciones vinieron de fabricantes ajenos al sector como Apple, ya que su modelo iPod Nano del 2010 con una pantalla tactil en color de 1,5" de diametro " y 21 grams de peso lo convirtieron en un reproductor multimedia que podía ser llevado como un reloj en la muñeca, algo que aprovecharon como locas no pocas empresas
La tendencia nos lleva ahora al Pebble un reloj-reloj que pretende ser un receptor multimedia que complementa al smartphone
El Pebble es un reloj con pantalla de tinta electrónica (como los lectores de ebooks) que se sincroniza con los smarts con Android e iOS de Apple, de modo que algunas funciones básicas que hacemos en el smartphone puede hacerse ahora en el reloj (leer mensajes, controlar el volumen de audio, ver llamadas entrantes, ver el calendario, notificaciones de email etc)
Más allá de la novedad tecnológica que puede suponer (estará disponible en sept de este año por unos 115 dolares/86 Euros si consiguen la financiación para fabricarlo masivamente), me parece que es un intento desde el reloj de reclamar un espacio de atención con respeto a las otras 4 pantallas. O si lo prefieres una smartificacion de los relojes convencionales, que los devuelva al imaginario cultural de los ya maduros nativos digitales
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