Hoy 27 de septiembre se hace difícil escribir sobre otra cosa que no sea el 20 aniversario de Google, la empresa y el producto (search engine) más representativos de la cultura Internet y uno de las más poderosas fuerzas culturales de este siglo
Como tengo la suerte de que tenia mucha vida antes de Google (la nueva era pos y ante) estoy en condiciones de contaros que sin el buscador vivíamos una vida con muchas más fricciones que no obstante no sentíamos como anormalidades (¿donde venden tal o cual producto? ¿como puedo arreglar mi bici? que hora es..? y así millones de etcéteras )
Para los que ahora tienen entre 20 y 30 años y o bien nacieron ya con Google en cualquier pantalla o bien lo vieron de niños como la opción lógica para llevar una vida normal, hablar de Google es como preguntar por que se usa la electricidad, el metro (subway) o por que fuiste al colegio
Lo que Google consiguió en 2 decenios es insertarse en nuestro ADN cultural: es imposible siquiera imaginar una vida sin Google, ya que hace demasiado tiempo que dejo de ser un buscador y se transformó en el oráculo personal de la vida de todos
Empresarialmente Google (ahora dentro del holding Alphabet) es una fascinante aventura que habla y mucho de los valores de la sociedad que los dejó no solo nacer sino desarrollarse (ahí esta la clave!) y cuyo modelo de creación de riqueza es tan complejo o imposible de copiar sin más
Pero incluso con el éxito que supone llevar una empresa fundada en el mítico garaje californiano desde cero a los 825 mil millones de dolares que vale hoy encontramos precedentes en los US
Lo que no encontramos es antecedentes de un servicio disponible para 4200 millones de personas en 20 años, considerado como imprescindible para el 86% y sin alternativas a la vista, en un sector caracterizado como ningún otro por la innovación acelerada
No estoy nada de acuerdo con aquella lejana afirmación de Nicholas Carr de que la sencillez de Google nos estaba volviendo más estúpidos. No querría ni por un segundo volver a un mundo donde buscar un número de teléfono o el titulo de una película nos podía llevar horas y donde preguntar el precio de un producto en otra tienda (shop) me obligaba a ir al otro lado de la ciudad
Yo uso Google cada hora de mi vida (salvo las del sueño) pero NO por vagancia, sino por el interés que me produce todo lo que veo y leo y me lleva a buscar información adicional. Esta vida enriquecida es el nuevo paraíso de los inquietos y los curiosos, y quizá la nueva comida azucarada para el resto (¿para que moverse si Google lo sabe?)
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