Llevo unos meses con una idea que me ronda en la cabeza:
la necesidad de una segunda reinvención intelectual de toda nuestra tecnología digital y conectada, ya que (aparentemente) hemos perdido algo de perspectiva sobre lo vulnerables que somos como especie, pero también nuestros modelos sociales
Hace un par de semanas veíamos como un virus el sólito era capaz de cargarse el Mobile World Congress, no siendo capaz ninguna de las grandes e innovadoras empresas de tecnología presentes de aportar una solución
Ahora las grandes empresas de comercio (lo de electrónico es ya un redundancia) que impulsan la creación de flotas de drones para entregas de paquetes, se acaban de dar cuenta que con un simple tirachinas y una piedra un gamberro o un amante de lo ajeno puede derribar uno de estos aparatos y quedarse con el paquete
Esto y una larga lista de vulnerabilidades tiene dos lecturas: una que estas debilidades son un estimulo poderoso para innovar en sus soluciones, algo que por ejemplo ya vemos en el caso de los drones derribados
Pero también tenemos que empezar a armar un sistema más didáctico que tecnológico que le explique a las personas todo lo que la tecnología NO puede hacer, y el grado de fragilidad de nuestra vida cotidiana, algo que muchos están empezando a olvidar aupados en un marketing ideológico que parece decir no te preocupes que nosotros nos ocupamos
Creo que hay una clara y radical diferencia entre que construyamos un puente para cruzar un rio (obstáculo) y que avancemos a ciegas confiando que al final alguien nos ofrecerá una solución para NO ahogarnos en ese mismo rio
Me gusta la idea de una tecnologia herramental que nos estimule a aportar soluciones con nuestra activa participación y veo peligrosa la perspectiva de una sociedad de screen potatoes que esperan siempre que hay una app para todo...
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