En estos dias de turbulentas disputas entre el Ministerio de Cultura de España y la amplia comunidad internauta española, viene bien recordar que la justicia (a veces denostada) española sigue siendo de las clarividentes del mundo a la hora de enjuiciar la violación de derechos de autor.
Pues bien, hace unos dias (quizá paso desapercibido, al menos para mi) un juez de Salamanca desestimó la querella de Nintendo contra Movilquick (una empresa española, que fabrica cartuchos para la Nintendo).
El argumento de Nintendo es que Movilquick fabricaba cartuchos que permiten grabar juegos descargados de la red no autorizados por la japonesa , algo que se entendía como una violación de los derechos de autor, ya que es un caso claro de Circumvention, o sea de proveer de app para evitar las barreras puesta por el fabricante, algo que cita explicitamente la DMCA norteamericana y el Código Penal español (art, 270, nº 3)
No obstante el juez español - con bastante sentido común añado yo- ha sentenciado que el uso de los cartuchos alternativos de Movilquick efectivamente evita la protección de los programas de la máquina de Nintendo, pero que esta (efectivamente) no era su función especifica, como dice la propia sentencia:
pudiendo ser empleado por los adquirentes tanto para la utilización de juegos piratas como para otras funciones legítimas de empleo de juegos legítimos de otros países, copias de seguridad de juegos originales u otros distintas funciones como el manejo de fotografías, escuchar música o ejecución de solfware libre.
En última instancia lo que se efectúa es una manipulación del hardwear (me imagino que es harware) para ampliar su utilidad, posibilitando a los usuarios su empleo con fines tanto legítimos como ilegítimos, pero no exclusivamente ilegítimos.
Esta sentencia que ha tenido su replica también en Francia, reconoce de facto el derecho del comprador de cualquier aparato a usarlo como el quiera, no como quieran los fabricantes ( que empresas como Apple no tienen muy claro), algo que muestra la tendencia a que los aparatos sean plataformas libremente configurables por sus usuarios con app y programas que ellos elijan, siendo ilógico que la normativa sobre derechos de autor tambien se meta en esta libertad del consumidor...
España en esta ocasión es menos pain y más Spain, por que la ley esta del lado de los derechos individuales de las personas no de los walled gardens inventados para esconder la falta de innovación...si todo fuese asi en España!
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