La principal habilidad de los magos es dirigir la atención del espectador hacia otro punto de la escena para que no se fije en donde realiza el truco (no hay magia!), y con los lanzamientos compulsivos de IA estos últimos meses me da la impresión que estamos igual desviando la atención de otros mercados más que importantes
El cambio de paradigma en los motores de los vehículos de la combustion a los distintos sistemas eléctricos es sin duda una oportunidad para rejuvenecer el parque de vehículos (viejos y contaminantes) pero también significa abrir la puerta grande al mercado de los servicios de software en los vehículos
Y aquí hay hace tiempo una pugna por ver quién se lleva ese pastel,los propios fabricantes de autos o los desarrolladores de soft establecidos, como Apple y Google
La tendencia hasta ahora es que CarPlay y Android Auto sean la elección por defecto en el 90% de los vehículos nuevos que se venden en los US, fundamentalmente por que la gente no quiere curvas empinadas de aprendizaje cuando se sienta a conducir y estos dos Sistemas Operativos son un espejo de lo que los conductores tienen ya en su smartphone
Ante esta evidencia, las marcas de coches más populares han optado por NO contrariar al cliente, siendo conscientes además que sus propios sistemas hasta ahora NO son tan fáciles de manejar como los de Google y Apple, o en otros términos: el software es sobre todo una habilidad de ir progresivamente haciendo las cosas más sencillas e intuitivas y la parte de añadir código que ejecute acciones es paradójicamente lo menos importante
Pero la oportunidad sin precedentes de cambiar el parque mundial de vehículos de combustión (unos 1400 millones) a eléctricos (EV) es demasiado tentador incluso en los márgenes del negocio
Aqui esta el matiz para entender este negocio, NO es que los coches de combustión sean peores para ofrecer un negocio de servicios de software en las pantallas de los vehículos, es la oportunidad de vender coches nuevos lo que subraya la importancia
El año pasado se vendieron 10,5 millones de vehículos eléctricos una cantidad pequeña pero creciente (un 55% más que el año pasado) y por eso los fabricantes de coches han decidido que no van a dar ningún mercado por perdido por que esta oportunidad no se da todos los días
Por eso se entiende que ahora GM, la octava marca más importante del mundo en automoción, decida no integrar en sus electricos CarPlay ni Android Auto (a pesar que algunas funciones como Maps son de Google)
Aunque es una apuesta de riesgo, no hay que pensar solo en el efecto mirror de conectar tu móvil con la pantalla del coche, sino en la cantidad de software que de partida llevarán instalados estos vehículos y que han sido desarrollados por el fabricante, tendencia que como tantas otras en este nuevo mercado inauguró Tesla
GM y (casi) todos los grandes del sector saben que un cliente fidelizado a los servicios del fabricante deja más dinero que uno que compra el coche y no vuelve hasta que compra otro, y el software es la mejor herramienta que hemos inventado para eso
Hay mucho en juego y por supuesto que ni Apple ni Google se van a quedar quietos ante este cambio (de hecho durante años se pensó que estos dos fabricarían su propio hardware en forma de coche) y parte de la batalla se basará en el revenue share (cuanto se lleva cada uno)
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