Las etiquetas (tags) de Radio Frecuencia (RFID) las llevamos utilizando en el comercio y la logística desde los años 60´s , como una alternativa a los códigos de barras que todavía vemos en muchos artículos
De cualquier modo, no se puede decir que las RFID sean una nueva tecnología y los etc que suele acompañar a este concepto que más que tecnológico es ya cultural
Las RFID están ahora encontrando un mercado en expansión en los sistemas de autopago de los comercios minoristas como la japonesa Uniqlo, a francesa Decathlon o la española Zara que los introdujeron en el 2017 y el 2014 respectivamente
Quizá puede parecer contracorriente que en la actual etapa de sistemas de reconocimiento de imágenes ayudados por sistemas de IA grandes negocios como los citados se decidieran por los viejos, testados, eficaces y eficientes RFID
La razón por la que por ejemplo Uniqlo, y todas las marcas de su matriz Fast Retailing, las están empleando masivamente es que las RFID son mucho más fáciles de automanejar por los clientes en las cajas ya que no necesitan contacto visual entre la etiqueta y el lector (como los infrarrojos) , lo que a su vez ha reducido el tiempo de espera del cliente un 50% según la propia Uniqlo
Otro factor fundamental de este renacimiento de las RFID es su coste: en apenas 2 décadas han reducido su coste por unidad un 94%, pasando de 60 centavos a apenas 4 centavos de dólar
A estas alturas he probado (casi) todos los sistemas de autopago en los minoristas en España y con mucha diferencia el de la francesa Decathlon que usa los RFID es el más eficaz y menos engorroso: simplemente una caja donde el cliente deposita los artículos y el decodificador en segundos muestra el precio total en pantalla, evitando el molesto escaneo manual de los sistemas basados en códigos de barras
Quizá es esta una buena reflexión sobre la tendencia observable a nuestro creciente alrededor de para que una tecnología sea más eficaz tiene que ser necesariamente nueva o la última
La novedad es un factor de atracción en las compras para particulares y permite a la industria renovarse continuamente o al menos dar esa apariencia de renovación (la innovación es otra cosa!)
Pero en los negocios los procesos en muchas ocasiones requieren visiones no tan a corto, estableciéndose como principios para la adopción de una tecnología:
primero que salgan las cuentas, que aporte ventajas reales y mensurables en algún lugar de la cadena de valor y sobre todo que sea eficaz, que haga bien su trabajo con un índice de error o de fallos menor que los sistemas que ya tienen
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