Del entretenimiento algorítmico a las conexiones sociales: ¿nueva oscilación?

A principios de este año escribí en este blog un epitafio razonado sobre el fin de las llamadas redes sociales (social media) cuando todavía muchos sostienen que estamos en esa etapa que alguno denominó Web 2.0 

Quizá lo que algunos descubrieron es que muchas de estas empresas plataformizadas utilizaron el criterio social como forma de vender su producto principal , la publicidad, y a partir de ahí crearon un nicho de mercado donde el denominador común era que la gente socializaba (algo que los datos cuestionan)

Pero como todos los mercados entran en fase de madurez , hace al menos un par de años estas mismas empresas empezaron a abandonar este barco social o al menos a deshacerse de esta (ahora) pesada etiqueta y seguir la estela del gran winner TikTok (que paradoja!)  que sin tapujos se definió como plataforma de entretenimiento, donde la cantidad de usuarios, el tiempo que pasaban allí y los ingresos por usuario se posicionaron como las métricas por excelencia 

Pero como esta va más rápido de lo que yo mismo pienso empiezan a aparecer propuestas como Airchat que mediante el audio apunta hacia una vuelta al modelo de conexión social y serendipia que caracterizó la primera etapa de las redes social (social media) 

No es que esté yo muy convencido de que un Twitter (X) de audio llegue a tener tracción allí donde ClubHouse fracasó o al menos se quedó en el boom inicial y poco más , pero si me resulta interesante comprobar cómo ya hay señales de un cierto hastío del entretenimiento algoritmo que no inventó pero si encumbró TikToK 

La amenaza de extinción de TikTok lo que está haciendo es contagiar al resto de competidores para copiar lo aprovechable de su modelo (que básicamente consistía en ofrecer una sucesión de videos que te enganchan a una velocidad superior a lo que conocíamos hasta ahora) y por eso digo que algunos ven ya un nuevo horizonte, siempre de mercado, donde el péndulo nuevamente oscile hacia la socialización y no al pegamento algorítmico

Permitirme un nuevo pero de escepticismo, por que ni nuestro mundo ni la red es aquella del 2004 que permitió lanzar Facebook  y los etcétera , y esa inocencia reinventada sobre redes de telecomunicaciones me parece que está ya más que amortizada, aunque sin descartar que la siguiente generación después de la Z redescubra otra vez el valor de la socialización mediada (el matiz es importante!)