Hace unos 15 años que doy clases sobre como la tecnología cambia nuestras vidas. Probablemente siempre fue así, pero al final del siglo pasado el estado de la cuestión parecia muy claro, en el sentido de que algo demasiado novedoso y evolucionario estaba llegando y además era muy diferente a las olas de renovación tecnologica anteriores.
Realmente nunca fui uno de esos tipos habiles que enseguida manejan una app o se familiarizan con un programa, pero cuando accedí a Internet por primera vez al instante comprendí que para los curiosos como yo esto era definitivo.
La curiosidad me llevo tras un hilo que no acaba nunca y que al cabo de los años se ha convertido en una forma de entender el mundo, la enseñanza y probablemente las relaciones personales en este siglo XXI. A menudo bromeamos sobre otras materias que cambian menos y que probablemente exijan menos renovación, pero tiene una ventaja extraordinaria:
la tecnologia la entiendo como una metafora de una necesidad de cambio permanente- la antitesis del conservadurismo-, algo que me recuerda el canádromo que a veces visitaba en mi infancia. En aquél, al salir la liebre mecanica todos los galgos salian corriendo, unos más otros menos, pero todos corrian ( y a buen ritmo!) y ninguno se quedaba muy atrás.
Exactamente es como siento que la tecnologia cambia la vida de las personas, a todos nos afecta nos cambia y eso es apela directamente a contemplar un mundo más dinamico, cuestionable y abierto.
2 comments:
Toda la razón...jejeje... un abrazo... :))
En cambio yo cada vez la sufro más, porque con el paso del tiempo la he sufrido bastante; como conejillos de indias la hemos sufrido los profesionales y algunos hemos comenzado a no usarla. por poner un ejemplo en algunas ciudades de portugal la tecnología bancaria de los cajeros no se entienden con bancos españoles y lo mismo me sucedió en Buenos Aires; sin embargo en Copenhague y en Suecia, hasta un decimal con una mera tarjeta de visa o servired te cobraban insitu sin ningún problema. y esto me hace ver que en el fondo aún seguimos en las antípodas cuando también hablo con amigos a través de Skype y no consigo verlos o cuando en Elvas (Portugal) se tarda 6 meses en levantar un "alta" de internet a 2 megas. el premio de la paz habría que dárselo a tantos y tantos programadores y comunicólogos que han conseguido hacer algo para que todo fluya, más o menos, pero ni las gigantescas entidades como telefónica, ni los gobiernos; hicieron más por desarrollar tal o cual espacio virtual. en Copenhague se paga por todo, menos por internet que por cierto está en banda ancha hasta en los cementerios. puedes ir con tu portátil y gratuitamente conectarte. por eso hay un primer, segundo y tercer mundo. los no conectados son aún muchos más y yo atestiguo que los no conectados tienen incluso más calidad de vida que nosotros mismos que pasamos 12 horas frente a una computer.
la ola de la tecnología a los que la hemos utilzado bastante estamos en fases de no comprar ipods, iphones, y miles de cachibaches en lo que solo pagas por crearte necesidades absurdas.
Ahora tengo un móvil único de hipertexto rápido y ágil con java que no uso más que la función de agenda telefónica y llamadas. he dejado el palito táctil y miles de chorradas que te hacen perder tiempo y dinero, además de algo más importante: SALUD.
La tecnología ha restado mucha salud física y mental y muchos estamos huyendo de ellas mismas.
Un lastre futuro para las comunicaciones?
Un beneficio para el negocio del ocio, la salud, o terapeutas? psicólogos, psioterapeutas?...
me parece que sí...
saludos a Paco que picotea por el laíco de las tecnologías.
yo ya he visto informes del lastre que están acarreando por el uso excesivo de las mismas y hay que poner topes ya que van a venir olas auténticas de bajas por enfermedad en el uso excesivo de éstas.
abrazos a Paco. (era mi pequeña aportación de tantos años con tecnologías...)
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