Economía colaborativa y recursos ociosos: mi experiencia Blablacar

Soy muy poco dado a poner rápidamente etiquetas a fenómenos y tendencias, simplemente por pura experiencia de años. Como ejemplo, me acuerdo de los gurús de la nueva economía de antes del caida de los valores tecnologicos en el lejanísimo año 2000  

Una de estas etiquetas conceptuales, trendy, cool fue (y no se si es) la "economía colaborativa", una nueva teoría económica cuya capacidad de crear riqueza se basa en la compartición de recursos que no estaban en el mercado o al menos que no los estaban siempre

Se supone que los Uber, Airbnb etc son los alumnos aventajados y el ejemplo de que en efecto la economía colaborativa es/fue real y rentable (aka sostenible). Aunque sobre estas empresas paradigma podríamos hablar horas enteras analizando si al final no son grandes empresas convencionales que han entrado en unos mercados con altísimas barreras de entrada detectando nichos no cubiertos por la oferta

Mi experiencia personal con el segmento de esta economía de la compartición  no es que sea muy extensa así que hace unos días probé Blablacar. Esta empresa francesa que opera en España con el nombre actual desde el 2012 es casi un fenómeno sociológico y no solamente en el segmento joven de usuarios

La idea del car pooling o compartir coche en viajes regulares o esporádicos para reducir el gasto por pasajero NO es y NO era algo nuevo, pero nadie se atrevió al menos en España a transformarlo en una plataforma de servicios que pusiera en contacto oferta y demanda

Mi viaje con Blablacar me ha dejado una reflexiva huella de que quizá no estemos reinventando (casi) nada, pero la infrautilización de recursos es una enfermedad del mercado y los 33 millones de coches que hay en España la mayor parte del tiempo o viajan con asientos vacíos o están parados 

Acostumbrado a viajar solo en mi coche, la idea de compartir me recordaba los años del servicio militar, pero sinceramente he vuelto a encontrar que compartir supone un plus de socialización y seguridad y sobre todo permite una flexibilidad horaria que los transportes colectivos (públicos y privados) no pueden ofrecer

Como soy fan de la inversión productiva vuelvo a insistir que si ahorramos dinero en gastos absurdos (como viajar con el coche vacío) y luego invertimos ese ahorro en otros segmentos del mercado (desde la formación a revisiones de calidad del vehículo) todo deberíamos salir ganando