Hace 6 años que los smart speakers se convirtieron en una categoría de aparato doméstico por la intuición de Amazon de que un asistente digital encapsulado en un hardware barato se convertiría en una prótesis imprescindible para los nuevos hogares conectados (y estandarizados)
El objetivo alto de Amazon aparentemente era tratar de convertir Alexa en el caballo de Troya de su plataforma de servicios en los hogares, pero el éxito de ventas del aparato en si y el hecho de que competidores como Google y Apple lo copiaran, no dejaba claro si el objetivo principal era meter a Alexa en el hogar o vender más hardware
Con 126 millones de unidades vendidas en los US , su penetración es algo menor del 50% de los hogares totales en este mercado, lo que teoria seria una excelente puerta de entrada para ese comercio por voz (v-commerce) cuya potencialidad y aparente comodidad no ha terminado ni de despegar ni de concretarse
Ahora Google, sin duda aprovechando que muchos están en casa, abre sin demasiado bombo un limitado test que permite a los usuarios de su Assistant confirmar el pago mediante la voz, aunque limitado a las compras dentro de aplicaciones y restaurantes en Google Play
Los smart speakers y su cerebros en la nube son una de esas tecnologías que crean una divisoria: o terminas usandolo para muchas cosas o al cabo de un tiempo termina en el cajón sin demasiado remordimiento por el bajo coste de adquisición
La tímida prueba de Google indica primero que no han tenido mejor oportunidad de probar si el v-commerce se puede convertir en otro canal de ventas o es otra de las propuestas-soluciones que buscan un problema
Quizá Google intuye que alguna forma de touch-fobia puede quedarse para mucho tiempo entre nosotros y la activación por voz de algo tan sensible como los pagos es algo que hay que probar a riesgo de que el crecientemente poderoso asistente se termine convirtiendo en el encargado de apagar las luces de casa
Como siempre, el temor a que alguien pague sin tu permiso suplantando tu voz ( y otros etcéteras) esta ahí como barrera de entrada, y por eso pienso que la estrategia de Google y Amazon no debería centrarse tanto en evitar esto, sino en darnos la seguridad de que en caso de que se produzca los reembolsos en cuenta serian tan rápidos como las confirmaciones de compra por voz
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