La prohibición de viajes internacionales, consecuencia de esta pandemia, no sólo esta teniendo repercusiones económicas en sectores (clave) como el turismo, también están aflorando pequeños problemas de los que no obstante extraemos no se si grandes pero si valiosas lecciones
Las portadas de las revistas de moda, estilo de vida, etc continúan funcionando como un cierto termómetro sociocultural y son una referencia para los reboteadores de la cultura Instagram (imagen e inmediatez a bajo coste)
Que una fotógrafa como Elizaveta Porodina NO pueda desplazarse para hacer unas fotos para la portada de una revista como The Cult puede (realmente) parecer un problema menor o hasta frívolo en medio de esta viralidad letal de la que todavía sabemos tan poco, pero lo que si quiero compartir hoy son las conclusiones que esta fotógrafa sacó de su primera sesión de fotos a distancia
La portada de mayo de The Cult que teneis arriba esta dedicada a Chloë Sevigny una actriz y diseñadora estadounidense con una solida carrera ese tipo de películas etiquetadas como independientes por que NO las producen los (escasos) grandes estudios de Hollywood
La foto de la revista esta hecha con el sistema de videotelefonia de Zoom, algo que forma parte de esta nueva normalidad (aparentemente transitoria) entre la pandemia y lo que venga después.
El problema que se le presentaba a Porodina no es que fuera difícil hacer una foto con Zoom sin que ella estuviera físicamente presente, sino como hacer valer esa foto como única, como un trabajo que refleja su firma personal como artista
En definitiva el problema de (casi) cualquier artista en esta etapa digitalizadora y a distancia es como diferenciarse del flujo devaluador de creaciones de millones de usuarios sin animo de lucro o sin mucho saber hacer para lucrarse
En efecto, Porodina nos recuerda que NO es la tecnología el factor determinante para que tu creación valga sino ese algo que añades, que como ella recalca es una receta secreta no compartida
La paradoja de esta etapa , que solemos calificar como inédita, es que lo primero que tiende a a desaparecer al menos en la creación artistica es la tecnología, se "vuelve invisible" como reconoce Porodina
Y un añadido: aunque ella no lo dice, si una portada de una revista se puede hacer con Zoom, ¿no es una forma de reconocer y aceptar unos costes de producción menores ?
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