Nunca le he negado importancia a Tik Tok, la penúltima red social de base juvenil, que deambula con éxito numérico desde hace 3 años y que probablemente sea el primer gran éxito cultural de la nueva China pseudocapitalista en los US
Hay mucho de previsible en la formula de éxito de esta plataforma de micro-creadores que es Tik Tok, sin que a estas alturas importe demasiado los ingredientes:
una app que sea muy (pero muy) fácil de usar, la intuición del avejentamiento de los otros sitios sociales (léase You Tube, Facebook o Instagram), moverse rápido en lanzarlo sin darle muchas vueltas socio-culturales, tratar de empatizar con tus usuarios objetivos (¿como desean ser los chavales de 16 años en esta época?) y la suerte derivada de los dados rodando: el momento adecuado con el producto idóneo (no hace falta que sea original)
Creo que el Coronel Parker, Brian Epstein o Malcolm Mclaren estarian de acuerdo de que esas reglas escritas no han variado NADA desde hace 70 años, siendo ellos un ejemplo de como intuir antes que los demás el momento de hacer un nuevo nido para los pajaros jóvenes, siendo la forma u oferta quiza lo menos importante (el modelo Sex Pistols)
Tik Tok se ha aupado como una nueva subcultura (cultura dentro de otra no cultura devaluada) sobre la ya longeva ola de una Internet que se expresa y consume a traves de smartphones que acompañan los momentos de (casi) todo el mundo
La última estrella del ranking de popularidad que necesariamente genera toda red social es Charli D´Amelio una adolescente de Ohio que como decenas de miles iguales comenzó a subir sus bailes a Tik Tok.
El resto no es que sea historia es que no tiene variación alguna: de un video hace poco más de un año a ese estrellato consistente en que los demás te consideren un icono importante al que seguir o literalmente juntarse
Cualquier persona que tiene 59 millones de seguidores en cualquier cosa es reseñable por que es potencialmente negocio para (casi) cualquier producto y es un espejo de lo que muchos de su edad desearían mostrar a los demás de si mismos
El Lennon de la madurez (NY city years) sabia y repetía esta lección aprendida de que cuanto más normal eres más vendible puedes llegar a ser, algo que quiza todavia no sabe la propia Charli pero que es la base de la cultura pop
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