Antes de esta era de la pandemia (BP) una de las verdades asumidas era que el modelo europeo de transporte colectivo no solo era la respuesta idónea frente a la amenaza del cambio climático sino el futuro de los medios de transporte
Este principio siempre ha chocado en los US donde el coche fue durante todo el siglo XX un símbolo de la libertad individual en un país donde de costa a costa (NY to LA) hay 4500 km (2800 millas), o sea como de Lisboa a Moscú
Ahora la pandemia ha provocado que todo lo colectivo genere distintos grados de temor por la obligación de compartir espacio cerrado. Esta nueva fobia se esta empezando a manifestar de manera más clara en los US, pero no creo que tarde mucho en producirse de alguna manera en Europa
Tenemos que tener en cuenta algunos matices que el aplanador y simplon lenguaje de los medios masivos suele dejar fuera como si fueran poco importantes:
antes de la pandemia el movimiento intelectual no era anti-coche sino anti-coche de combustión, por el impacto, algo que en efecto podemos ver en las actuales ciudades confinadas sin apenas contaminación
hubo, hay y habrá un cambio de mentalidad ciudadana hacia ciudades más peatonalizadas, lo que limita la circulación de transportes colectivos también, salvo el metro (subway)
En los últimos años vimos el resurgir de medios de transporte individuales como los patinetes o las bicicletas que son complementos del resto de medios de transporte, empleados en distancias cortas
No parece probable que en la era posPandemia (AP) se retorne al modelo de transporte individual, pero si creo que el shock que nos ha provocado nos lleve a un modelo mixto donde el transporte individual (que puede ser privado o de uso público) tenga un mayor presencia y el transporte colectivo tenga que invertir en mayor frecuencia del servicio y en no pocas mejoras de sus infraestructuras
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