La música popular fue sin duda el gran medio de expresión de las generaciones más jóvenes de la segunda mitad del siglo XX, desde Elvis Presley a los Talking Heads y para mantener más o menos intacto su caracter de mito de la contracultura, tendió siempre a camuflar su rotunda realidad como parte del mercado del entretenimiento (no hay diferencia entre Madonna y los Parques Disney)
Mientras la popularidad se midió por las ventas de los soportes en los que se vendía la música (vinilos,cassetts CD´s ) todo más o menos estaba bien ya que el primitivo algoritmo era facil:
más ventas más popularidad (Top1) y por su puesto la viceversa, lo que llevo a las discográficas a invertir en promoción desde radios, merchandising, giras, apariciones estelares en TV y artículos en revistas de culto
A partir de aquí la historia es conocida: la digitalización e Internet convirtieron en polvo (Dust in the wind) todo este negocio de venta de productos enlatados y los músicos y las discográficas tuvieron que buscar nuevas formas de ingresar dinero
Una de estas formas fue vender paquetes (bundle) a los fans que incluían por un precio cerrado desde una camiseta (T-shirt) con el idolo del momento a una entrada a un concierto junto al disco del artista
El problema de este modelo de negocio es que los ranking de ventas de música (como el de la revista Billboard en los US) se convirtieron en muchos menos influyentes por que realmente NO reflejaban la intencionalidad de compra del se supone objeto de deseo principal, o sea la música del artista
Ahora, la propia Billboard, que todavia tiene un par de rankings de referencia como el Hot100 o el Billboard200, anuncia que las ventas en paquete donde va incluido el album del artista NO va a contar para elaborar estos rankings (que a su vez son una mezcla de ventas y reproducciones en streaming)
Esto puede ser leido de dos formas: la decisión de una empresa de cambiar los criterios de evaluación del mercado que analiza, pero también subraya la cuestión de en que se ha convertido el mercado musical de este siglo
No se puede achacar a los artistas que ya que NO venden discos (un 40% menos en los últimos 4 años en los US) que traten de buscar otros medios de ingresos. Pero hay algo peligroso en el modelo del todo en 1 (bundle):
la devaluación del producto musical algo parecido a cuando las operadoras te regalan la linea fija de teléfono al contratar Internet
PS: crónicas siglo XXI
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