La evolución de la prensa convencional hace años que se parece más a un epitafio que a un plan de futuro, siempre con las notables excepciones conocidas por (casi) todos del NYT, el nuevo Washington Post, el WSJ y alguna marca británica como The Guardian
El caso concreto de las revistas es aun peor y aunque muchas han sobrevivido al tsunami Internet de estas dos últimas décadas, NO son ni por asomo lo que fueron, por eso me parece tan interesante el caso de Rolling Stone, la antigua biblia de la música pop, que tras años de perdidas se ha convertido en una empresa rentable a fuerza de transformarse en otra cosa que un papel en un (difícil de encontrar ya) quiosco de prensa
Lanzada en 1967, el año clave de la psicodelia, Rolling Stone se convirtió en la referencia mundial del Quien es Quien en la música pop, con influencia casi tiránica capaz de hundir (y encumbrar) carreras musicales
Pero el declive sociocultural de todo lo publicado en papel ( y todos los etcéteras imaginables) llevaron a Rolling Stone por el mismo camino que el resto: perdida de lectores en papel y ventas casi simbólicas para lo que fue en su día (menos de 500.000 ejemplares al mes)
Su posterior venta al grupo Penske en 2017 parecía un final anunciado y sin embargo su estrategia de digital primero (digital first), a pesar de lo manido del termino, empezó a dar frutos sobre todo a raíz del fichaje de Noel Shachtman el editor jefe de The Daily Beast , una web de noticias 100% nacido por y para la audiencia de Internet
¿Pero que ha hecho Rolling Stone para no morir y volver a ser rentable?
pues básicamente y en palabras del propio Shachtman editor de la revista, apreciar el legado que supone la revista pero NO aferrarse a éste como forma de encarar el futuro, lo que se tradujo en abrirse a nueva definición de la cultura popular reconociendo implícitamente que hoy es más popular Bella Poarch que Bob Dylan (de calidad no hablamos claro)
El milagro de la reinvención de Rolling Stone no es otro que haber averiguado que efectivamente la marca (brand) seguía resonando en los fans de la cultura pop, y por eso saltaron sin traumas a la gestión de festivales (como el Life is Beautiful de las Vegas) o produciendo videos para Twitch
El matiz es que esto que ha hecho Rolling Stone NO sirve para cualquier revista ni publicación por que aunque la música pop ya no es la opción cultural por excelencia de las generaciones más jóvenes, sigue formando parte del mix cultural contemporáneo
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