La pugna entre los taxis y Uber va a tener un final inesperado para muchos aunque previsible para otros en un análisis desapasionado: Uber ha firmado en menos de un mes dos acuerdos con las principales compañías de taxi de New York y San Francisco para incluir a los taxistas en la icónica app de Uber
El acuerdo en San Francisco, donde operan poco más de 1000 taxis (en una ciudad de unos 800.000 hb) es muy simbólico por que allí es donde empezó Uber hace 13 años durante ese boom (bluf para la mayoría) de la economía colaborativa que al final fue una disrupción del negocio tradicional del taxi
La pandemia y las pospandemia han colocado en su sitio lo que parecía estos años atrás una lucha a muerte (suma cero) entre dos modelos antagónicos: los taxis como medio de transporte regulado con tarifas fijas y de crecimiento limitado frente a Uber que se coló en el hueco menos regulado de la legislación de transporte urbano ofreciendo tarifas flexibles en función de la demanda (en general un 20% más baratas que los taxis) y sobre todo trabajo a tiempo parcial y completo para riders
La solución ha venido por un cambio de contexto donde casi la mitad de los taxistas no volvieron a trabajar a niveles prepandemia (los datos son de San Francisco) y la demanda tampoco se recupero del todo
Pero. ¿Qué ofrece Uber a los taxistas para que ahora hayan aceptado integrarse en Uber?
Pues lo primero la NO obligación de aceptar los viajes de Uber sin penalización alguna del algoritmo, lo segundo llenar los huecos de manos cruzadas (tiempos muertos) con viajes a menor precio pero que permiten más ingresos
Y sobre todo la evidencia de que tanto los taxis como Uber se necesitan para poder crecer en un mercado dominado como nunca por la incertidumbre (¿ciudades peatonales? ¿carburantes por las nubes?)
La experiencia de Uber en los US podría ser el test inicial para extender el modelo al resto del mundo (10.000 ciudades) ya que aparentemente es un modelo donde ambas partes ganan (win-win), a pesar de que en muchos países de Europa NO hay grandes compañías de taxi como en los US (como la famosa Yellow cab) sino autónomos con su propio vehículo y por tanto los acuerdos son más complejos
Al final vemos como por mucho que se quiera regular, incluso proteger a un sector si la nueva opción representa mejor las nuevas demandas sociales (en esencia mayor flexibilidad) el nuevo modelo se impone y NO necesariamente acabando con el viejo sino integrándolo
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