Asociar subvenciones públicas con los países norteamericanos angloparlantes (Mexico es norteamerica !) es algo que cuesta, aunque la realidad no es tan radical como a menudo se suele pensar en Europa
Canada y los US tienen por ejemplo desde hace 2 años un programa de ayuda a la prensa local en forma de créditos sobre impuestos, una formula muy americana que consiste en que en vez de pagar directamente al beneficiario de la subvención te lo descuentan luego cuando pagas los impuestos (que en Europa suelen ser más altos que los US)
Esta es una formula sobre la que se tenían puestas muchas esperanzas ya que significa un incentivo para que la gente se suscriba a un periódico y de paso se acostumbre a volver a pagar por las noticias, algo que la cultura Internet se ha encargado de eliminar en apenas 2 décadas (news are free no?)
Sin embargo, tomando el ejemplo canadiense, que es el único que de verdad se ha aplicado, los resultados no son como para tirar cohetes: dos años después poco más de 300.000 personas han pedido este crédito fiscal, un porcentaje insignificante teniendo en cuenta que en Canada hay +27 millones de contribuyentes en un pais de 38 m de habitantes en total
Pero ¿Qué ha fallado del buenista plan de ayudar a la prensa local? pues en primer lugar que las ayudas eran bajas, apenas el 15% de lo que se gasta un canadiense que esta suscrito a algún periódico (o sea poco más de 36 dólares), por lo que teniendo en cuenta que no te lo devuelven hasta que el periodo de pago de impuestos y lo insignificante de la cantidad (en un país con una renta per cápita de +46 mil dólares anuales) el resultado es que ni incentiva ni desincentiva
Asumiendo que en cualquier parte del mundo a la gente le importa (mucho) que le ayuden con dinero, la solución parece indicar que hay que poner más dinero estatal (el plan canadiense era de unos 470 millones US$) para que realmente tenga un impacto
La cuestión es por tanto cuanto y si estamos dispuestos a pagar para sostener la prensa tanto si la lees como sino. Por ejemplo, para la asociación de la prensa canadiense habría que subir la ayuda hasta el 50% de lo que cuesta una suscrición anual (que anda sobre los 240 dólares canadienses) para que hubiera un impacto notable
Sobre este tema tengo sentimientos encontrados (mix emotions) por que por un lado si la gente decidió dejar de comprar el periódico seria por alguna razón!, y tampoco parece que se hayan vuelto más locos o más brutos
Por otra parte, quizá en las grandes ciudades y metroregiones es cierto que siempre habrá en Internet alguien que escriba sobre lo que pasa y la gente le importa, pero en las poblaciones pequeñas cuando desaparece el periódico local desparecen las noticias, salvo el refugio a menudo chismoso de los mensajes en whatsapp
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