Los libros han sido el último soporte y formato de cultura/información en ser alcanzado por el tsunami digital, (todo lo que puede ser digitalizado efectivamente lo será), alentado además por una industria editorial que ni de lejos quería sufrir en sus carnes lo que hace una decada ocurrió a la música, al cine, y ultimamete a los periódicos de papel.
El resultado ha sido que el libro se ha quedado como el único soporte que no ha cambiado nada desde su invención (letras sobre papel y restricción geografica en la distribución), como bien reconoce mi amigo Roberto I.. Pero es evidente que esta estrategia de estar al margen ha tocado a su fin, y la industria editorial comienza a a darse cuenta que no puede parar las innovaciones, ya que el mercado no espera por nadie, tajante principio que reafirmaba hace unos dias Seth Godin
La moderada popularización del Kindle, el lector de libros de Amazon, la competencia de Sony (con su eReader) y la llegada de nuevos lectores digitales ligados a grandes librerias (como el Nook de Barnes & Noble, una preciosa maquina que corre sobre Android) son solo el pistolezado de salida para que la industria tome una decisión histórica:
o adapta la edición de libros a las demandas de sus nuevos lectores o serán los fabricantes de lectores digitales los que terminen editando a los autores (como modelos de negocio diversos, desde la gratuitad al pago cruzado, pasando por la compra directa).
De momento los fabricantes se pliegan a las condiciones DRM de los editores, que se basa en un principio insostenible: un libro, un formato, un lector, o sea, que la industria quiere atomizar los bits repitiendo el modelo de negocio del extinto papel. Hay pánico a que un lector compre un libro (digital) y lo pueda leer donde le de la gana (en el iPhone, en la Play Station, en un Reader de la competencia, en el PC ) y lo peor: que alguien pueda prestar el libro a otro sin pagar (welcome p2p), algo que es del todo imposible de evitar!
Este dilema (que no es tal) se recoge bien en esta entrada de BoingBoing sobre la estrategia de Sony de ofrecer al lector /comprador la propiedad total del libro para que lo lea donde quiere y lo preste a quien quiera en formatos compatibles y abiertos (como el ePub), evitando el peor escenario posible para el sector: "books uncoupled with hardware" (libros disociados del aparato de lectura)
¿Que futuro le queda al sector?, el libro-fetiche, la edición exquisita dirigido a lectores fieles o esporádicos pero que desean tener algo único, (algo asi como lo que siempre ha hecho la editorial española Siruela), lo demas (Harrys Poter, Dan Browns, y Premios Planetas etc) solo les queda la edición digital, o sea el libro del presente/futuro
Tantos años llorando para que la cultura llegara a todos y ahora que efectivamente puede llegar y además gratis (coste marginal almost cero), los guardianes del saber se rebelan, que paradoja!
¿Que futuro le queda al sector?, el libro-fetiche, la edición exquisita dirigido a lectores fieles o esporádicos pero que desean tener algo único, (algo asi como lo que siempre ha hecho la editorial española Siruela), lo demas (Harrys Poter, Dan Browns, y Premios Planetas etc) solo les queda la edición digital, o sea el libro del presente/futuro
Tantos años llorando para que la cultura llegara a todos y ahora que efectivamente puede llegar y además gratis (coste marginal almost cero), los guardianes del saber se rebelan, que paradoja!
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