Sobre el negocio de la música siempre insisto por que quizá representa como nadie el declive de un negocio típico del siglo XX (venta sobre soporte y oligopólico con altas barreras de entrada).
Sin añadir más a la lenta agonia de la venta de discos, vamos a ver la realidad de algunas propuestas como Spotify, el site de música en streaming que representa un modelo de negocio alternativo a la venta de discos en las tiendas y la descarga.
La idea básica detrás de Spotify es: ¿para que bajarte la música si la tienes siempre disponible (en todos los dispositivos) y gratis?..esto significa que el modelo de negocio es la publicidad, o sea publicidad por audiencia nicho. Una interesante entrada en Torrentfreak ahora nos da algunas pistas sobre como esta realmente funcionando para los artistas
En agosto pasado un veterano artista sueco llamado Magnus Uggla denunciaba que detras de Spotify estan las ex.-discográficas y que además no recibe nada por las audiciones lo que le llevó a retirar su catálogo del site.
La primera reaccion es que Uggla no recibe ni un euro por que tampoco es un tipo muy conocido . Si embargo, el estudio de lo ingresan los más escuchados tampoco da mucha alegria:
El éxito "Poker Face" de Lady Gaga fue pasado más de 1 millon de veces en 5 meses y le reportó a la cantanta estadounidense 113 euros via la sociedad sueca de autores (STIM)!!!
Esta raquítica cantidad nos da una idea de que la publicidad por audiencia en Spotify es todavia más un deseo que una realidad, ya que los artistas ganarian más en impacto si subiesen directamente sus canciones a una red p2p, tal como algunos artistas afirman.
Quizá sea demasiado pronto para perdirle resultados a Spotify y al modelo que representa y por eso las ex-discográficas siguen tratando de rentabilizar de todas las maneras posibles su catálogo. Como lo demuestra esta noticia de que Universal y Sony son las dos empresas que más dinero ingresan de los anunciones en You Tube y por eso ambas van a lanzar su propio portal de música a finales de este año, llamado Vevo.
Quiza a los artistas no les quede más remedio que volver a la carretera y convertirse en marcas multimedia que rentabilicen su imagen en todas app disponibles, prescindiendo cada vez más de las ex-discograficas ya que más allá del marketing poco pueden aportar a la cadena de valor de la música
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