Los charts o listas de éxito han sido durante +80 años una de las señas de identidad de la música pop y sin duda alguna un referente a la hora de decidir que escuchar y porqué para todas las generaciones jóvenes
La revista Billboard fue siempre la publicación que poseyó los charts más influyentes del mercado de los US y mundial y por eso aparecer en el top del Hot100 solía encumbrar a los artistas en esa nebulosa del éxito siempre momentáneo
La aparición nada súbita de Internet a mediados de los 90´s empezó a horadar la importancia de estos Charts basados en ventas de álbumes y singles pues el consumo de música fue migrando primero a los pagos por descarga de iTunes y luego a ese flujo continuo que representan Spotify y YouTube
Es verdad que el Chart de Billboard siguió siendo influyente pues se las apañaron para convencer a la industria musical y a los fans (que no suelen ser críticos con el objeto de su pasión) que una escucha en streaming o alguna interacción en Instagram podía servir como criterio para aupar o descender una canción
La nueva vuelta de tuerca de los charts musicales en Billboard viene ahora de las menciones en Twitter una red que posee 322 millones de usuarios y que supone el primer intento de crear un ranking ajeno del todo a las ventas de un artista o del número de veces que se escucha algo
Pero el nuevo Hot Trending Chart de Billboard apunta más directamente a los anunciantes que a los fans, ya que la revista pretende atraer anunciantes que esponsoricen este chart o los videos y comentarios que se generen a partir de este
Twitter, a pesar de todas las etapas que ha sufrido, sigue teniendo ese carácter de voz de lo que pasa (aunque muy matizado claro) y la música para no sumergirse rápidamente en el flujo 24/7 del streaming tiene que unirse a lo más parecido que hay a una conversación mundial (Twitter tiene +322 millones de usuarios)
No podría afirmar que los Charts solo eran validos cuando median las ventas de discos, pues todos los charts son manipulables o al menos influenciables (la radio formula aupaba a artistas aunque fueran flojos), pero al menos había un criterio fácil de comprender
Las menciones en Twitter de un artista o de su obra adolecen de la problemática general de toda red social: muy pocos escriben, unos pocos más comparten y una grandísima mayoría consumen tan pasivamente como en la ahora olvidada era de los medios de masas (TV, radio, cine ). algo que ya sabiamos por la Ley de Zipf mucho antes del enamoramiento social con estas redes hace ahora 15 años
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