Creo que todos hemos lidiado alguna vez con el componente absurdo, tóxico (en la definición de Stamateas) o directamente dañino de una organización, sin que transcendiera más allá de la charla del café (watercooling) o en esas confidencias personales que rara vez emergen a la superficie
Hoy este pequeño articulo me reenvió al libro que Harry Frankfurt publicó hace 16 años y que en su día me pasó totalmente desapercibido. El libro se atrevía por primera vez a teorizar y definir la porquería (bullshit) en el contexto de la comunicación
Para Frankfurt, la porquería no es una excepción ni una desviación patológica de la hoja de ruta virtuosa, sino que es una de las características más sobresalientes de la cultura actual. De este modo cualquier argumento o discurso que se propague sin importar si es verdad o no es una porquería
Esto nos permite diferenciar al mentiroso del propagador de porquería: el primero sabe la verdad pero la oculta, pero sin embargo el segundo no le importa que sea verdad o mentira sino si sirve para persuadir al que lo recibe....
En efecto, todos estas chorradas que aparecen publicadas a menudo o las explicaciones alambicadas para hechos contundentes (reality bites!) y en general todo aquello que llamamos noticias falsas (fake news) caerían dentro de la categoria de porquería del profesor Frankfurt
Un factor importante a partir de aquí es que actitud adoptar cuando el nivel de porquería supera los limites medioambientales sanos para la salud mental, pues aquí hay 4 sugerencias:
Escapar de ella como de la peste
Aceptarla y extenderla todo lo que la organización acepte
Ignorarla negando su existencia (blue sky thinking)
Enfrentarla asumiendo el coste que esto suele tener para los individuos
Hay algún estudio que se atreve incluso con una propuesta de escala que mida el nivel de porquería en una organización, propuesta que lógicamente solo puede salir del ámbito académico, una zona neutral hasta que dirige la escala hacia su propia organización
No creo que nos movamos en un nivel de porquería muy superior al de hace 200 años (!por acotar!) pero si es cierto que el nivel de difuminación es mucho mayor, pero también el de las personas que la enfrentan...
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