Acaba de publicarse mi ultimo articulo (largo) titulado El mercado del video en streaming: un analisis de la estrategia de Disney+ en El Profesional de la Información uno de los (pocos) journals españoles de comunicación con alto índice de impacto
El articulo de larga gestación (algo normal en artículos científicos) aborda un tema que me interesó desde el principio: como Disney logró en tan poco tiempo y en un mercado con una abundante y creciente oferta, posicionar Disney+ como una de las marcas imprescindibles del mercado streaming
El artículo, fiel a mi línea critica (= distancia) demuestra como el mercado streaming en la actualidad se encuentra en ese proceso previo de crecimiento exuberante de todo muevo mercado antes de su previsible reducción a una oferta más cercana a la demanda real
En realidad, el nicho SVOD (los que pagan un abono) está dominado por muy pocos y esos muy pocos además no siempre tienen como objetivo el mercado del video bajo demanda (VoD) sino sus negocios principales como el ecommerce (caso de Amazon prime) o la venta de hardware (caso de Apple con Apple TV+)
Disney es la marca por excelencia del entretenimiento mundial y aparentemente tenia fácil lanzar una marca propia en el mercado streaming y posicionarse con éxito, pero cuando se analizan bien datos y factores vemos que la estrategia de lanzamiento de Disney+ en el 2019 fue mucho más arriesgada de lo que parece, pues Disney tenia desperdigados sus series y filmes en todas las empresas de medios (incluida la propia Netflix)
Hay que tener valor o una visión más a largo que a corto para dejar de hacer caja con la licencia de contenidos a terceros (las empresas de cable en los US) y lanzar Disney+ en un mercado donde todo parece estar en Netflix
Disney+ ha demostrado que sigue habiendo referentes culturales globales (Marvel, Star Wars, Pixar) y además , para sorpresa de algunos, que Disney no es marca únicamente para niños (la mitad de los suscriptores no tienen nenes en casa), y la evolución de su número de abonados es un claro indicador
Pendiente pero necesario queda por analizar que van a hacer finalmente las cadenas de TV en un escenario que parece conducir inexorablemente hacia el streaming, algo que implica mucho más que cambiar las ondas o el cable por la emisión en Internet
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