La baja rentabilidad de los productos de cualquier mercado en (muchas) ocasiones significa una oportunidad o bien para comprar a bajo coste o para que una empresa ofrezca a los vendedores una via paralela de ingresos mediante una oferta que en condiciones de mayor rentablidad no aceptarian...
Esto último es lo que esta ocurriendo en el mercado de las extensiones para browsers esas (no tan) pequeñas herramientas que cualquier usuario puede instalar en su navegador, ya sea para el eterno rito de aumentar la productividad o como en mi caso evitar la publicidad no deseada (ad blocking)
Fiajos: solo en la Web Store de Chrome hay más 174.000 extensiones, el 85% de las cuales tiene menos de 1000 usuarios activos y la mayoria de ellas gratuitas, lo que conduce a que la muchas de estas extensiones sean abandonadas por sus desarrolladores o que permanezcan +2 años sin actualización alguna...
Todo esto significa que hay muy pocas extensiones rentables incluso las que tienen una número significativamente alto de usuarios, abriendo la oportunidad para empresas que ofrecen al (pobre) desarrollador una remuneración a cambio de instalar un software que a su vez permite a los clientes de esta empresa rederigir el tráfico de usuarios que tiene la extensión
Este curioso y probablemente rentable metodo es que el usan empresas como Infatica segun KOS una web especializada en ciberseguridad, y que advierte sobre los peligros evidentes de instalar cualquier extensión sin leer atentamente que acepta el usuario
En principio NO es nada ilegal que un desarrollador de extensiones acepte pagos de este tipo de empresas a cambio de instalar algun tipo de cádigo que o bien ofrece información de los sitios y actividades que realiza el usuario o bien le redirige a webs que a su vez ganan con mayor trafico de visitas
Lo cierto es que este caso de las extensiones nos lleva a reflexionar que cada vez que alguna de las plataformas masivas abre un mercado, sin preocuparse demasiado de su extensión y rentalibidad conduce a esa ingenieria financiera que consiste en aprovechar la debilidad de muchos para aumentar la rentabilidad de otros
Por es la propia KOS advierte que antes de instalar una extension en nuestro navegador pensemos si realmente la propuesta de valor merece la pena frente a los riesgos de tener un codigo instalado que ofrece información tuya y sobre todo, negarse (casi) siempre a actualizar (updated) cualquier extensión si de repente nos pide más permisos para instalarla...
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