La Inteligencia Artificial (AI) es uno de los subsectores estrella dentro del mercado tecnológico, pero más por el interés de las grandes en adquirir (casi) cualquier cosa que tenga el prefijo o el sufijo AI que por un avance exponencial real hacia una inteligencia generalista comparable a la del ser humano
Las estimaciones señalan que del 2016 al 2020 solamente Google, Microsoft, Facebook y Apple compraron más de 60 empresas AI de todo tipo, fundamentalmente para mejorar sus propios servicios como los asistentes virtuales o la traducción de documentos
Apple es especialmente activa comprando, asumiendo que Siri tiene que mejorar para poder competir con Alexa y Google Assistant, ya que tanto Amazon como Google partieron con la ventaja de una gigantesca montaña de datos de interacciones de usuario más lógicas y comunes
Pero la última de las adquisiciones de Apple (no todas se hacen publicas) no esta directamente relacionada con Siri, ya que se trata de la inglesa AImusic una empresa que fabrica música que se adapta al estado de animo del oyente o a la tarea que esta haciendo
AImusic atendía sobre todo a clientes corporativos como empresas de publicidad, a redes sociales, medios como la BBC, videojuegos y apps de fitness y les permitía crear música personalizada para sus clientes pero sin royalties de ningún tipo
Esto por ejemplo significa que un usuario que este escuchando un video musical creado por AImusic podría cambiar el estilo de música que esta escuchando en función de su contexto emocional, laboral o social (¿Qué estas haciendo?)
El interés de Apple por AImusic se explica, a priori, por la continua mejora de servicios asociados por ejemplo a sus wearables, segmento en el cual es líder indiscutible, y apps estrella como Apple Fitness y Music
La música sin derechos de autor o creada por un programa crecientemente inteligente es aún un nicho económicamente poco significativo para el mercado del consumo, pero para una empresa como Apple cuya base instalada de dispositivos (activos) podría este año llegar a los 2000 millones, no es un tema menor por la enorme cantidad de derechos que tendría que pagar si se lo encargara a un compositor humano
La música entra por tanto en esa categoria de ofertas as a service a la que nos han acostumbrado las empresas de cloud computing y que representan un cierto paradigma de la personalización en el acceso
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