La impresión 3D no es todavía la gran palanca de esa nueva revolución industrial que profetizó Chris Anderson hace ahora 10 años, sin embargo esta tecnología no ha hecho más que mejorar y además de su callada pero progresiva integración en muchos centros de producción esta generando una interesante y viva variedad de subculturas
Uno de estos nichos vivos y creativos es la personalización de las zapatillas (sneakers) que en este siglo se han convertido en un símbolo de identidad y probablemente NO solo en el segmento joven de compradores
Aunque las grandes marcas como Adidas llevan mucho tiempo empleando la impresión 3D para el diseño de partes de sus icónicas zapatillas, lo cierto es que hasta ahora eran pocos los ejemplos de accesorios de la comunidad maker (algo así como fabricantes indies) para modelos concretos de zapatillas
Este mes, la alemana Solebox y la agencia de diseño Acronym han creado toda una línea de accesorios intercambiables basados a su vez en la subcultura japonesa Bosozoku (personalización de motos) para las Nike Blazer Low en forma de archivos (DLC) que pueden ser descargados aqui e impresos para personalizar estas zapatillas
Quizá lo más interesante es como estos diseñadores y la propia Nike han entendido que un objeto de consumo, que además representa toda una cultura entorno a él, puede interpretarse como una plataforma a partir del cual añadir toques de personalización, algo que ya informalmente podemos ver a menudo pero sin el componente de la impresión 3D
Las zapatillas por tanto se reinterpretan como un material en bruto a partir del cual cada sujeto añade sus rasgos de identidad o simplemente una muestra de diferenciación o del carácter único de un producto de por si masivo e igual para todos...
No comments:
Post a Comment