Un mundo movido o guiado por datos (data driven world), este es otro de los títulos que solemos dar por asumidos para entender como somos en la actualidad
Parece incontestable que la digitalización ha catalizado la generación, captación y almacenamiento de datos que antes o no existían o simplemente se perdían una vez utilizados en archivos de organismos y empresas
El Foro Economico Mundial estima que en el 2020 creamos 44 zettabytes de datos (multiplica por esto por mil millones de terabytes) , lo que no quiere decir absolutamente nada sobre la calidad de estos datos ni sobre el uso que se den a para tomar las mejores decisiones
Como sabéis, muchas (pero menos de las que pensamos) empresas utilizan una técnica de gestión para su (mejor) relación con sus clientes que se conocen con las siglas CRM y que algunos entienden como un sinónimo de programas de software para llevar a cabo esta vital tarea
Lo curioso es que la calidad de estos datos en el CRM rara vez se cuestiona, lo que lleva a toma de decisiones erróneas o a dibujar un cuadro de la realidad (como somos) que se parece más al deseo de los gerentes que lo que es en realidad el mercado
Fijaos lo que dice al respecto el ultimo informe de Validity, una empresa de Boston de calidad de datos, sobre el estado del CRM en +600 empresas de los US, UK y Australia países donde tienen sus clientes:
la mayoría de los empleados consultados aunque a priori dicen que la calidad de los datos en su CRM es muy buena o buena, también reconocen que sus empresas pierden hasta un 10% de sus ingresos debido a la mala calidad de los datos de sus CRM
es más...(y esto lo sospeche siempre) muchos empleados en realidad fabrican los datos que los gerentes desean ver ya que se corresponden con su versión del mercado ...
La consultora Gartner estima que de media a cada empresa (de las analizadas por ellos) la mala calidad de los datos de sus CRM le cuesta unos 12 millones de dólares, lo que por ejemplo es casi 3 veces el coste medio por una filtración de datos
Vivimos en la era del formato: es más importante el como que el que. Si realizamos una tarea de una forma concreta y determinada esta debería conducirnos a resultados validos
El relato de la transición digital (muy europeo) es un ejemplo clamoroso de este sesgo: no importa (demasiado) la calidad final si usamos soft o hardware digital. Y desde luego NO es por negar el carácter inevitable de esta evolución tecnológica (en Europa hemos pasado al menos 5), pero luego los resultados no acompañan...
Data is the new oil pero no todos los carburantes son de la misma calidad
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