Aun siendo conscientes de los avatares de la historia (lo que ahora es antes ni se imaginaba) lo cierto es que resulta siempre paradójico que para estudiar el arte griego clásico haya que ir a Londres, sede del British Museum auto denominado museo del mundo
En efecto las estatuas del Partenón ateniense (447 antes de Cristo) residen desde principios del siglo XIX en las visitadas salas del museo británico, simplemente por que un noble británico las compró a los ocupantes turcos que con toda seguridad le dieron más valor a las libras esterlinas que a los mármoles tirados literalmente por la acrópolis tras una explosión años atrás
Desde entonces todos los gobiernos griegos, incluido la super star Melina Mercouri, han intentando recuperar los famosos mármoles sin demasiado éxito, ya que ningún gobierno británico (laborista o conservador) ha querido nunca abrir el melón de la devolución del patrimonio histórico a su lugar de origen...algo que no solo afectaría a los británicos sino a todos los países que han sido imperio como Francia, España, Italia, Alemania (y sin duda los USA)..y una long tail de potencias regionales
Todo este preámbulo sirve para entender porqué el British Museum se niega incluso a que una fundación para la preservación del patrimonio histórico como el Institute of Digital Archaeology una especie de joint venture entre las universidades (inglesas!) de Oxford y Cambridge) realice una replicas en 3D milimétricamente exactas a las que posee el museo en la actualidad
Con la tecnología actual de impresión 3D y con brazos robóticos que incluso manejan punzones es (casi) imposible distinguir original y replica de cualquier escultura o columna o arco, al menos para el 95% de los que los contemplan...
La negación del British Museum no creo sinceramente que se deba a que el público que les visita note la diferencia (misma cantera que hace 2500 años, mismo mármol y mismas medidas) entre original y replica, sino al temor a que una sustitución así , se lleve por delante el patrimonio británico atesorado a lo largo de sus 3 siglos de esplendor (de la revolución científica a la revolución industrial)
Como veis los limites de la tecnología son las mas de las veces políticos y sociales, aunque también podemos sacar conclusiones sobre el aura de las obras originales que las diferencia de las replicas, entendido como un valor que no se puede replicar aun con los más modernos escáneres...
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