Hace tiempo que NO le presto demasiada atención a la renovación de los iPhone, ya que me interesa (mucho) más la innovación en Apple que su producto estrella del que todavía dependen el 53% de sus ingresos
Dieciséis años después de su aparición el iPhone sigue siendo el fetiche cultural de dos generaciones que adoptaron el móvil como la herramienta imprescindible para su vida diaria. Decenas de análisis comparativos de esos que llaman "calidad-precio" sobre la conveniencia de otros modelos de móviles no han movido demasiado el deseo de muchos por poseer un iPhone
Como sabemos demasiado bien hay productos con una cierta inelasticidad de la demanda (variaciones de precio no alteran la demanda) y el iPhone cuyos modelos más costosos hace tiempo que rondan los 1000 dólares es uno de ellos, lo que nos indica que NO es una commodity (mercancía replicable) sino algo más para muchos con independencia de sus ingresos salariales
Precisamente eso es lo que miden algunas consultoras: el esfuerzo en días trabajados a jornada completa que le cuesta a una persona adquirir un producto que se vende globalmente.
Pues bien, segun Picodi, para comprar el último iPhone 15 Pro (999 dólares) un estadounidense necesita trabajar 5,3 días, mientras que un británico necesita 9,9 días , un español 15,5 días y un comprador turco 123 días
Quizá eso explique, en parte, por que el iPhone tiene el 55% del mercado de los móviles en los US, porcentaje además que ha aumentado respecto al año pasado. Aunque también podemos pensar que un estadounidense gana de media 61.000 dólares anuales y un empleado en España poco más de 25.000 euros (26800 US$)
La lógica económica nos diría que trabajar más de un tercio de un mes para comprar un móvil es un poco disparatado, pero es indudable que muchos compradores del iPhone valoran todo lo que este les aporta o les hace sentir (los fetiches son eso!) y además lo sitúan bien cerca de la base de la pirámide de necesidades
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