La pasión se puede aprender: las ramificaciones de la IA

La Inteligencia Artificial es una de las etiquetas que definen nuestro actual presente en construcción. Aun teniendo la impresión que la mayoría de los que la citan como imprescindible NO tienen mucha idea ni de su estado actual (state of art) ni de sus verdaderas implicaciones, y por eso le dedique un capitulo de mi último libro 

Es más, tengo la impresión que la actual lucha de la IA esta más centrada en como comercializarla que en construir hipótesis fascinantes pero proyectadas en el futuro incierto. Un ejemplo de esto es Sesh, una star up de los Angeles (California) que el año pasado paso fugazmente por mi pantalla cuando consiguió 1,6 millones de dólares para desarrolla Empath un sistema para identificar las emociones de una persona en una videoconferencia 

El sistema Empath era realmente curioso como podeis ver aqui, ya que identificaba el estado de animo del interlocuor mediante uno de esos globos conversacionales como los de los comic. El objetivo o reclamo de venta (¿para que sirve eso?) era crear una mayor empatia que se supone se traduciria en una mejor conexión con el interlocutor, o sea algo que en el business suele significar dinero o acuerdo (deal)

Ahora Sesh se une a la icónica UCLA y la escuela de negocios de Harvard para desarrollar un proyecto con IA que permita identificar los rasgos pasionales de alguien que habla y en consecuencia poder ligar esto con determinados reacciones o impactos en quien los escucha 

Esto, aunque parezca mentira, significa deconstruir la pasión como una habilidad (skill) que se puede (y se debe) aprender para lograr determinados objetivos, enseñando por ejemplo a un orador a crear discursos pasionales o que la gente identifique como pasionales (algo que obviamente NO es lo mismo)

Me puedo imaginar sin esfuerzo una lista (larga) de clientes potencialmente más que interesados como determinados políticos sosos (bored) o lideres empresariales cuyas comunicaciones parecen manuales traducidos del polaco

El complejo mundo de las emociones humanas parece estar ya más al alcance de los desarrolladores de IA, abriendo una caja de pandora de emociones fingidas (emotional deep fakes) que seguramente traerán una nueva oleada de identificadores de emociones falsas (algo que presume que sera aun más divertido)