Friday, June 25, 2021

El pulso de la tierra , el cambio climático y 20 millones de años de tranquilidad

(Casi) nunca me refiero en este blog a la geociencia y muchos menos a su relación con el (controvertido) asunto del cambio climático (cuando la política opina de la ciencia) pero hoy haré una pertinente excepción, que enseguida vais a comprender: 

Según un grupo de geólogos de la Universidad de Nueva York la tierra tiene un pulso propio con una cadencia de 27,5 millones de años, y es durante estos pulsos cuando se producen los mayores y más impactantes cambios en la tierra como las grandes extinciones, las fluctuaciones del nivel del mar y los movimientos de las placas marinas y terrestres 

Esta hipótesis, publicada en un articulo de la revista Geoscience Frontiers se basa en el análisis de los  89 principales cambios geológicos ocurridos los últimos 260 millones de años, el final del Periodo Pérmico cuando se produjo la extinción del 90% de las especies,  y demuestra que estos se pueden agrupar en 10 periodos de tiempo concretos cuyos picos de actividad tienden a repetirse los citados 27,5 millones de años 

Como el último cluster de actividad detectado fue hace unos 7,5 millones de años, eso quiere decir que hasta dentro de otros 20 millones de años no se espera otro pulso de la tierra que conlleve estos dramáticos cambios  

La existencia de este pulso de la tierra, según los investigadores, puede deberse a una función de los ciclos de actividad del interior de la Tierra (las dinámicas de las placas tectónicas), aunque también a los ciclos orbitales de nuestro planeta

Cualquiera que sea la razón lo cierto es que con los datos aportados utilizando  las nuevas técnicas de extracción de datos radioisotópicas demuestran que NO hay nada aleatorio en la aparición de estos cambios geológicos  y que ha habido 10 de ellos los últimos 260 millones de años 

En parte se puede deducir que los cambios en la Tierra, incluido su cambio de clima, se deben a estos pulsos cardiacos y por tanto serian parte natural de su evolución, lo que desde luego no es algo que atempere la controversia...


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