Wednesday, May 04, 2022

Distribución población por edades: el viejo mundo que viene

Tratando como estamos siempre de averiguar cuales van a ser la tendencias que marcaran el futuro inmediato que nos espera, tendemos (casi) siempre a mirar hacia procesos y factores como la transformación digital, la transición energética y la automatización de procesos, olvidando el gran elefante blanco que tenemos justo enfrente

Y este no es otro que el evidente envejecimiento de la población mundial.  Como Japón va en cabeza de esta tendencia los datos nuevos que aparecen cada vez son más inquietantes: 

según (muy) recientes datos del gobierno japonés, la población de niños (hasta 14 años) ha alcanzado un nuevo fondo, y ahora representan tan solo el 11% de la población total (que son unos 125 millones en total) 

La ratio de nenes entre la población de Japón lleva cayendo 40 años consecutivos y estos dos últimos años de pandemia ha acelerado aún más el proceso, pues las personas han tenido menos niños debido a la incertidumbre (250.000 niños menos que hace un año), lo que quizá responda a una de las incógnitas que teníamos al comienzo de la pandemia: en efecto NO hay baby boom por el confinamiento sino todo lo contrario 

Pero Japón NO es una anomalía estadística en esto del envejecimiento, la situación en Occidente aunque no es tan grave sigue la misma tendencia, fijaos en estos datos de Naciones Unidas (UN): 

En el 2020, los niños de hasta 14 años representan el 25% de la población mundial y los mayores de 65 el 9%. En Norteamérica, los niños suponen el 18% de la población, pero los mayores de 65 casi un 17%. 

En (nuestra) Europa tenemos un 16% de niños y un 19% de mayores de 65, lo que significa 143 millones de envejecidos, siendo además el incremento anual de población del 0,1% , o sea estancada o con crecimiento negativo como en el Norte y Sur de Europa ( -0,1%)

Hagamos lo que hagamos tenemos que dar respuesta tecnológica, social, política y (evidentemente) económica a este hecho, que va a condicionar todo. Lo que no significa que se ralenticen las innovaciones sino más bien todo lo contrario: 

un mundo avejentado va ser un revulsivo para introducir productos y servicios en el mercado que por un lado ayuden a llevar una vida mejor a esta población, y por otro compensen todo aquello que se deja de aportar por simples y comprensibles razones biológicas

La carrera más lucrativa no es por tanto hacia la GenZ, sino hacia esta franja creciente e inédita en la historia de los mayores de 65...

1 comment:

Anonymous said...

Bravo! Brillante observación