Opinión pública, Twitter, bots, viejos medios y el dilema de la información

(picture source: Information Dilemma made with Midjourney)

Cuando Elon Musk anunció su intención de comprar Twitter en abril (parece que han pasado años..) oí que algún analista de esos de quita y pon decía que era un ataque a la libertad de expresión

Conociendo (algo) el mercado del soft me hizo sonreír por que en efecto no hay nada más sencillo que clonar una app y ofrecer lo mismo en otra plataforma sin que aparentemente pase nada (ahí tenéis el caso de ClubHouse lo más de los más hace apenas un par de años y ahora cayendo en un cierto olvido)

Ahora que el ex-CEO de Disney desvela que en efecto Disney se planteó comprar Twitter en 2016 (por entonces 318 millones de usuarios) pero que se retiraron entre otras razones por que una parte sustancial de sus usuarios (no la mayoría) no eran usuarios reales

Esto significa que ahora podemos comprender un poco más la retirada de la oferta de Musk, pero quizá lo más importante es hasta que punto podemos seguir considerando a estas empresas, que un dia definimos social media, como portavoces de la opinión pública global 

Casi 20 años después de la primera eclosión de las redes sociales (el precalentamiento lo hizo My Space) el resultado parece ser que los medios convencionales perdieron el rol de portavoces de la opinión publica, pero los datos que conocemos de los social media no ofrecen garantías de que estas empresas son ahora la nueva opinión pública 

En definitiva que se volvió todo más complejo con una opinión publica fragmentada en trozos de realidad esparcidos entre múltiples medios que operan con reglas aparentemente muy distintas, de modo que un análisis racional y desapasionado se volvió más difícil que nunca  (el pasado Domingo pasado vi como desde una cadena pública en España daba por segura la victoria del si en el referéndum chileno)

Con un número indeterminado pero importante de cuentas en los social media que son bots, cuentas reales que se comportan como bots (repitiendo memes para meter cizaña) y algoritmos que evalúan a ambos, no podemos fiarnos que lo que se publica en ellos refleje un estado real de las cosas, pero tampoco podemos cerrar del todo los ojos ante esta realidad ...