El mercado del streaming esta plagado de tópicos en su análisis de modo que a menudo parece que es una cosa entre Netflix y Disney+ y lo demás son satélites locales
En realidad, y tal como pude comprobar cuando escribí este largo articulo, las guerras del streaming no se limitan a las empresas de VOD, sino que hay un enorme entramado de intereses a menudo cruzados donde reparacen las televisiones, las productoras de cine, intervienen de manera decisiva los operadores de telecomunicaciones (y cable en los US), pero también los fabricantes de las famosas cajas (set top boxes) que permiten el acceso de los televisores a las plataformas de streaming
En este último grupo de encuentra Roku, una semidesconocida fuera de los US (esta presente en 3 países europeos) pero un verdadero coloso en este último pais donde tienen una cuota de mercado del 50% de las televisiones conectadas (CTV)
La trayectoria de Roku es muy interesante pues empezó en el 2008 como una especie de satélite de Netflix con un aparato que permitía acceder a la por entonces nueva oferta de Netflix en streaming.
Más de una década después Roku se ha convertido en un decisivo player del mercado del video en streaming por que es de hecho el gatekeeper de cualquier plataforma de video que quiera dirigirse a los consumidores que siguen considerando el TV set como la pantalla central de consumo de ocio en el hogar
El mercado de los STP en los US supera ya los 3.000 millones dólares (billions) y empresas como Roku ya no se limitan a ofrecer un hardware que se enchufa a la tele sino que ofrecen una variedad creciente de canales (muchos de ellos gratuitos con publicidad) pero también app´s de fitness y compras online
Ahora que empezamos a sentir los limites del crecimiento en la subscripción y los primeros recortes de presupuesto en empresas como la paradigmática Netflix, algunos se preguntarán cual es en efecto la parte más rentable del negocio, si comprar y producir todo lo que se filme para ofrecerlo como contenido de rápido consumo o ser la puerta de acceso a un mix de ofertas que se asemeja bastante a lo que hacían (de hecho todavía lo hacen) los operadores de cable en Norteamérica
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