Cuando citamos Japón o un producto japonés se nos activa la memoria a corto que nos lleva a asociarlo con innovación, rigurosidad, productividad, tecnología, tradición, resiliencia, todos términos muy valiosos cuando hablamos de desarrollo o competencia
Pero entre las palabras clave del irrepetible modelo japonés se ha colado hace tiempo el avejentamiento, el hecho de que Japón sea el país con mayor número de personas en edad avanzada respecto al total de población, de hecho el 30% de los japoneses tienen 65 años y más, esto es 36 millones de personas
El avejentamiento de la población tiene siempre 2 lecturas: por un lado el reconocimiento del avance cientifico-tecnico y de confort de estas sociedades que permiten más esperanza de vida , pero también el problema de una sociedad que no tiene relevo generacional y lidiar con una población activa sumamente envejecida
Esto no es un problema estrictamente de Japón pero si es cierto que tendemos a mirar a Japón por que ellos lideran este ranking y además llevan más tiempo abordando que hacer con algo que ya no puede ser considerado un problema de un mercado laboral y/o sociedad sino una característica
Como es muy complejo sabemos que no hay solución o estrategia única: por una lado abrir el grifo de entrada de trabajadores emigrantes, por eso ahora Japón tiene 2,3 millones de extranjeros la cifra más alta de su historia
Otra medida, alargar la vida laboral de la población activa y por eso en Japón hay +9 millones de empleados con más de 65 años, lo equivale a decir que uno de cada 4 personas en esta franja de edad sigue trabajando
Otra medida llamativa claro es que soluciòn puede aportar la tecnología no para parar el envejecimiento sino para paliar los efectos que indudablemente tiene: cada vez menos población activa, sectores que no encuentran profesionales y cómo atender con los recursos disponibles a esta parte de la población que en principio demanda más cuidados que el resto
Esto último, es lo que hace de Japón un más que interesante laboratorio sobre cómo la robótica y la IA pueden aportar alguna solución al hecho improbable de que se pueda ofrecer asistencia completa (doméstica, médica) a esta emergente franja de mayores
Es cierto que cada vez vemos más novedades de robótica de asistencia en Japón y la innovación en IA está añadiendo una nueva perspectiva a estas máquinas en aspectos como la predicciòn del grado de fuerza aplicar (impedancia), pero todavía estamos lejos de que el coste final de estos robots más inteligentes sea asequible para la mayoría
Con todo, ¿como será una sociedad donde más de la mitad de la población tendra +65 años y será atendida por robots? ¿que pautas de comunicación surgirán?, ¿cambiara esto sectores fundamentales como la electrónica de consumo o la automoción? ¿los robots serán plataformas de ocio o solo de salud y asistencia? ¿es este un modelo exportable al resto del mundo?
No comments:
Post a Comment