Los análisis de tendencias están (casi) siempre sesgados por el deseo de muchas empresas, organismos y gobiernos de que las cosas sean de determinada manera, así que hay que andar con cautela por que la realidad y la naturaleza humana son tozudos y poco dados a cambios rupturistas
En marzo del año pasado, cuando los gobiernos de todo el mundo reaccionaron frente a la pandemia del corona, hubo un cierre de (casi) todo, aunque la actividad de lo que se pudo se mantuvo gracias al teletrabajo
En ese momento, muchos gerentes y gobiernos se dieron cuenta de que tenían hace años una enorme capacidad, en forma de herramientas y conexión disponible, para mandar a (casi) todo el mundo a casa sin que realmente pasase nada
En los meses siguientes vimos infinidad de apologías sobre el fin del trabajo presencial y el triunfo final del trabajo desde donde quieras, aunque los norteamericanos lo llamaron trabaja desde casa o WTH ya que la pandemia confinó a la gente en sus casas
18 meses después de todo aquello ¿Qué esta pasando? pues que los empleados están volviendo mayoritariamente a sus antiguos puestos de trabajo, pero no forzados por la visión miope de los jefes sino por que quieren hacerlo
¿Es el fin de la utopía del teletrabajo? si y no. En primer lugar la gente cuando trabajó desde casa en efecto se dieron cuenta que los Zoom, Teams, Slack, junto a app cotidianas como Whatsapp, Telegram o el Messenger permitían de sobra trabajar sin dedicarle mucho tiempo a aprender a manejarlo (la curva de aprendizaje)
Pero también se dieron cuenta que aquello de paraíso NO tiene nada: hay que estar muy preparado psicológicamente para levantarte y ver tu puesto de trabajo a los pies de la cama o para hacer malabarismos para compaginar las distracciones de los hogares y la atención a la red laboral
Lo que si ha ocurrido es que este año y medio de trabajo a distancia en distintas modalidades nos ha cambiado a todos. De modo que la gente vuelve al trabajo pero piden formulas flexibles que permitan trabajar presencialmente o fuera de la oficina en función de sus necesidades y sus capacidades (distintos empleados son más productivos a distintas horas)
De modo que lo que quedó tocado para siempre es la uniformidad de todos de 9 a 5 en la oficina. Tecnológicamente este cambio podría haberse dado hace una década, pero nuevamente vemos y comprendemos que la tecnología no siempre señala el camino de los cambios sino que los hace posibles, un matiz que algunos les cuesta aprender...
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