Evaluar el gasto total online durante el Black Friday se ha convertido en un rito más que un dato útil para alguien: este año como, era de esperar, el gasto, en los US, alcanzó los 9800 millones US$
Este año aparentemente ha habido más optimismo que el pasado y por eso todas las ventas subieron aunque de manera muy diferente: mientras el ecommerce creció un 7,5% las estimaciones, nada optimistas, sitúan el crecimiento del comercio tradicional en tienda en el 1%
A pesar de este dato de crecimiento, hay que recordar que la forma favorita de comprar en los US (and rest of,,,) es el comercio tradicional , ya que el ecommerce apenas supone un 15% del total del comercio minorista
Pero las conclusiones más interesantes, aunque siempre se basan en los números, viran más hacia los hábitos de consumo y una cierta forma de entender la vida social y cultural que ahora aparece ligada al comercio (si es que alguna vez no lo ha estado)
En primer lugar, la mitad de las ventas online (unos 5000 millones US$) de este BF 2023 se han realizado a través del móvil, lo que confirma, más que convierte, que el móvil hace mucho es la computadora principal para una gran mayoría y el escaparate imprescindible para cualquier negocio
El móvil, abandonada ya la categoría-definición de smartphone por redundante, es el dispositivo idóneo para las compras compulsivas, si en efecto, pero es que la mayoría de las compras en el BF son productos no necesariamente esenciales como smartwatches, televisores, juguetes y juegos de todo tipo
Nada sorprendente viendo la portabilidad dependiente que tienen los móviles desde hace 15 años, a la que respondieron los comerciantes y las pasarelas de pago eliminando todos los pasos intermedios que no sean seleccionar y comprar
Lo segundo y probablemente de mayor impacto a medio y largo plazo es el diseño del calendario anual de las personas como períodos a la espera de las rebajas. De tal forma que es ya difícil definir cuando NO hay rebajas: mid-season, Navidad, verano, BlackFridays que son semanas Blacks, CiberMonday, Prime´s Days y la creciente ola asiática del dia del soltero (seguro que se me olvida algo)
No me molesta en absoluto que vivamos entre rebajas, pero si me produce cierta confusión establecer el precio de algo,. ¿Que valen las cosas en esta etapa? Tengo la impresión que hoy no tendría sentido un The Price is right (el precio justo en español), por que el precio de los productos se ve alterado por los intermitentes rebajas, lo que elimina un anclaje cultural que todos teñíamos como consumidores
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