Thursday, January 18, 2024

Podcast fantasma: deconstruyendo el formato (que viva la heurística!)


Los podcast son uno de esos formatos que demuestran el riesgo de tratar de definir algo que o bien no se ha asentado del todo o que simplemente son lo que los consumidores dicen que son (power to the people no?)

Entorno a los podcasts hay centenares de Masters y cursos de todo tipo (no voy a poner links!) sobre qué son y cómo se hacen y (casi) todos se basan en la definición que (casi) todos manejábamos hasta ahora: 

son archivos de audio que en general se distribuyen  por medio del formato de datos RSS que usan todavía decenas de plataformas y páginas web desde Spotify hasta el NYT pasado por los agregadores como Feedly (mi herramienta básica de trabajo!)  Lo que en en esencia significa que cuando te suscribes a un podcast concreto recibes sus actualizaciones periódicamente 

El problema con los podcasts, como casi siempre, no esta relacionado con la tecnología que usan sino con lo difícil que se ha vuelto rentabilizarlos como formato de contenido. Lo que ha llevado al pragmatismo de algunas marcas al usar el podcast como un formato de publicidad, es decir no es que inserten mensajes publicitarios en un podcast sino que el podcast es en sí la publicidad

Este uso se empieza a denominar Podcast Fantasma (Ghost podcast) y parte de un principio social más que probado a lo largo de la historia : la gente piensa que un podcast es un microcontenido donde 2 o tres personas hablan sobre un tema/producto delante de un micro. Por lo tanto, estos Ghost Podcasts emplean video y audio y lo cuelan dentro de esa tendencia al consumo de video corto (véase YouTube shorts, o la biblia del formato que es Tiktok) 

La ventaja que están encontrando las marcas en estos Ghosts podcasts es que los usuarios de las plataformas de video-entretenimiento los perciben como orgánicos, es decir lo encuentran ellos sin recomendaciones o mensajes del anunciante, lo que (casi) siempre incrementa su impacto 

Lo que todavía no sabemos es el grado de desilusión/rechazo de los consumidores de estos Ghost podcasts que se encuentran con una especie de teletienda en formato cortito (en su doble significado!) 

¿Lo interesante? mira que llevamos años/décadas ya de digitalización y todavía olvidamos que lo que Internet hizo fue precisamente cargarse las fronteras entre formatos (un periódico es un medio textual no?) y con los podcast está pasando lo mismo: es un formato de audio preferente o de video? y en todo caso, ¿qué más da? lo importante es que funcione 


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