Hay algo que me encanta de los negocios: las empresas de cualquier sector se pueden volver locas, seguir modas, abrazar teorías no probadas pero al final se adopta lo que funciona o es rentable, sin importar demasiado si hasta hace 3 minutos se defendía una estrategia distinta ( y distante!)
Y como ejemplo de lo que digo tenemos el (antiguo) mercado de la TV , que tras unos años fabricando plataformas en streaming amuralladas frente a los competidores, ahora vuelven sobre los pasos abandonados retomando la clásica lógica mercantil de ofrecer licencias de sus programas a los competidores
El mercado de la TV se enseñó estos últimos 5 años como un ejemplo claro de la disrupción de mercados que causó la utilización virtuosa de una nueva tecnología por parte de una empresa entrante (de abajo a arriba decía la teoría) frente a los dinosauros que lideraban dicho mercado
El resultado de la irrupción de Netflix en el mercado de la TV es desde luego lo más importante que le paso a este sector desde la llegada del VCR, fenómeno que rápidamente fue copiado por las compañías de TV de pago (cable) y buena parte de las TV ´s en abierto y los propios estudios de producción
El resultado de este todo streaming y solo ofrezco lo mío, lo tenéis a la vista: todos produciendo programas originales que terminan siendo un coste fijo alto con resultados que NO eran los esperados y periodos de recuperación de inversión demasiado extensos para la paciencia de los inversores
Ahora el efecto realidad vuelve y este mercado recupera la estrategia de vender licencias de explotación a los demás, asumiendo que la plataforma propia no siempre produce la mayor rentabilidad para un show concreto , tal como vimos con la seria Suits de la NBCU que se ofreció en su plataforma Peacok con resultados discretos y sin embargo, en Netflix se convirtió en un éxito
¿Volvemos pues al viejo modelo económico de la TV de toda la vida?
En parte si, y este matiz es importante porque estos años atrás hemos caído en la tentación (facilona) de leer todo como disrupción en bucle. Las cosas cambiaron si, pero NO del todo y es que la lógica de los negocios no se cambian tan fácilmente y muchos se olvidaron que el cambio tecnológico es una constante en todas las industrias, pero especialmente en el mercado del ocio
El streaming no es el aloe vera del mercado del video ni de la música, sino una nueva forma de vender lo de siempre con los mismos problemas que ya conocíamos con la TV de pago (mercados maduros, elasticidad de la demanda, incremento de costes de producción, fragmentación legal de los mercados etc )
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