Hay una duda razonable sobre el impacto de esta última IA/ AI en la sociedad en su conjunto: esta vez la difusión ha sido muy rápida en el segmento de consumo y a dia de hoy tenemos la certeza de que los desarrolladores de bots de IA generativa los lanzaron al mercado si saber para que lo emplearían las personas
En realidad es eso lo que ocurrió también con Internet, se abrió al gran mercado de consumo con algunas vagas intuiciones (pocas de ellas se cumplieron) de para que lo íbamos a usar y sin embargo, tres décadas después es difícil imaginar un mundo off-line
La IA generativa, una denominación en sí poco afortunada, se presentó hace poco más de 1 año como una colección de juguetes (toys), interesantes, curiosos para el neófito, divertidos y crecientemente útiles como prótesis intelectuales para muchos
nuevamente se puso en marcha el patrón que ya conocimos con los móviles, los chavales jóvenes lo pillaron al vuelo, pero no tanto por su consideración social de nativos digitales sino simplemente por que le dedicaron más tiempo a ver que podian hacer con esos bots
A partir de ahí, la segunda ola no es tecnológica sino de una tribu de expertos en cómo orquestar esta nueva tecnología en el resbaladizo entorno de la educación. Esa es la dirección que apunta por ejemplo el kit de guia para la IA en las escuelas de TechAI y la creciente normativa de los Estados como la pionera Argentina con un enfoque a mi juicio más sensato pues contempla las 6 décadas de IA y no solo la actual
Es positivo que se esté atento a todo lo que aparece y cómo afecta a la educación, pero de ahi a poner normas estrictas sobre cómo implementar IA en las aulas no solo es apresurado sino inútil. Hay que asumir que el resultado de una evolución tecnológica solo se puede ver a medio/largo plazo, en este caso los efectos que tendrá que un sistema pueda escribir un ensayo, o crear un comic o hacer un resumen de un libro
Y es que la educación es una faceta que como sociedad todavía no hemos resuelto, y por eso resulta tan paradójico que se analice a priori el impacto tecnológico en ese algo que todavía no sabemos (o no queremos saber) a que debería conducir
En el mientras tanto la oportunidad de mercado es que aparezcan (centenares de) expertos en implementación de la IA en los colegios y centros de enseñanza, más para agradar a los políticos y tranquilizar a los papas que para mejorar la efectividad de cara a los objetivos
Sigo pensando que (casi) siempre es positivo que la tecnología sea centro de atención, a pesar de que también nos movemos en una contradicción permanente: tenemos miedo a quedarnos fuera de la nueva tecnología y por eso presionamos para que se incluya en la enseñanza, pero a la vez tenemos miedo de que lo está puede llegar a hacer con esa misma enseñanza......
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