Los bloqueadores de publicidad fácilmente disponibles desde el 2006 no significaron nunca un rechazo a la publicidad o un atajo de software para ver gratis un contenido sin pagar con la atención del usuario (el contrato histórico de muchos medios financiados con publicidad)
Más bien los bloqueadores fueron/son una reacción para no transformar Internet en un campo minado de anuncios sin selección ni orden que lo único que hacen es dificultar el acceso a información relevante para alguien. Literalmente a veces no es que sea recomendable usar un bloqueador de anuncios es que es necesario sino te eternizas en el acceso o apareces en otra página que has clickeado por error
Todo este preámbulo algo reiterativo (30 años de la Internet comercial ya!) lo avala ahora un nuevo estudio realizado por Magna y eye/o que no solo reafirma lo anterior sino que añade que las personas que usan filtros de publicidad (ad blockers) son activos influenciadores de compras en mercados tan variados como la tecnología, alimentación o los servicios bancarios
Tal como intuimos (casi) todos, en efecto no hay rechazo cultural a la publicidad como forma de financiar medios de todo tipo, de hecho los usuarios de ad blockers (37% de la población online) valoran y recuerdan mejor aquellos anuncios que cumplen con las normas de anuncios aceptables que nos remiten a la función primitiva de la publicidad, es decir ofrecer consejos a las personas para que su vida mejore (en todos los aspectos)
Google, si mal no recuerdo, fue de los primeros que advirtieron a las marcas que atiborrar de publicidad una página web (o más tarde una app) no solo NO era efectivo en términos de retorno de inversión, sino contraproducente, por eso Google siempre siguió la línea de NO incluir más de un anuncio por página
A estas alturas esto parece de sentido común, pero si os fijais en las páginas de algunos periódicos, desde que unánimemente abrazaron el modelo radical de paywall (o pagas o no lees) algunos han convertido su página en una especie de folleto publicitario donde los titulares de las noticias parecen lo de menos, además de ralentizar el acceso y propiciar el rebote a otro medio
Por último y desde luego NO menos importante, es lógico que las marcas que ofrecen una inclusión publicitaria menos saturada, gozen de mayor confianza del consumidor potencial, al igual que el orden y la limpieza que vemos en un negocio nos tiende a generar una mayor confianza sobre sus valores
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