Francia es una (casi) constante fuente de inspiración para aquellos que vemos la vida desde la tecnología. Ahora el gobierno frances va a tratar de poner en marcha una norma que impida a las operadoras de telecomunicaciones incentivar mediante promociones que sus clientes renueven su smartphone antes de tiempo
He visto/leido esos argumentos anteriormente en activistas del medio ambiente y en general en todos estas personas que en público y en privado suelen argumentar que el consumo es perjudicial para el medio ambiente, pero hasta ahora NO lo habia visto en un gobierno
El año pasado, que fue un mal año para las ventas, se vendieron el mundo +1300 millones de smartphones y aproximadamente cada 2 años sus poseedores los cambian por otro nuevo, aunque este actitud de cambio no se puede decir que implique acortar la vida util del aparato
Y es que en efecto, cuando alguien renueva su smartphone este último entra en el emergente mercado de la segunda mano, lo que literalmente significa que el smartphone continua su vida util pero en otras manos
El gobierno frances estima que los smartphones son los responsables del 75% del impacto ambiental de todos los aparatos electronicos lo que incluye el agua que consume su producción, las emisiones de CO2 y los materiales que contienen todas las piezas
Esta visión no es que no sea coherente con ese discurso medioambiental pero es que literalmente es aplicable a (casi) todo, por ejemplo a la industria francesa de la automoción (el grupo PSA) o su poderosa industria aeroespacional (Dassault Aviation)
Lo que me hace cuestionarme que si Francia tuviera un fabricante (OEM) importante en el mercado de la tecnologia de consumo, ¿regularía igual el consumo de este mercado?
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