La demanda de los productos de entretenimiento siempre ha sido aleatoria, de modo que ningún productor cinematográfico o compositor musical ha tenido nunca la certeza de lo que iba a ser un éxito seguro, por más que agregaran ingredientes considerados infalibles (actores famosos, personajes conocidos, sagas etc)
Asumiendo este principio no obstante hay estudios de producción como Pixar que parecían poseer esa poción mágica gala que convertía cada filme en un éxito, revalidando década tras década el titulo de más lucrativo estudio de animación del mundo
Pero el caso de Elemental, su último estreno en los US, me ha llamado la atención no tanto por que ha tenido un pinchazo en la taquilla durante su crucial primer fin de semana de estreno en salas de cine, sino por el análisis que empiezan a hacer algunos analistas sobre las razones este aparente batacazo, ya que un film como Elemental tiene un coste de producción que no baja de los 200 millones US$ a lo que hay que añadir al menos otro 50% para el marketing
Algunos agudos analistas señalan el cambio de estrategia de Disney, el conglomerado dueño de Pixar, priorizando su plataforma streaming Disney+ como una de las causas del supuesto declive de Pixar, ya que el perfil del espectador/cliente del streaming exige más estrenos lo que impacta en la calidad de los filmes que se pueden ofrecer (más es menos al menos en este caso)
En efecto el hábito cultural del streaming NO solo implica un cambio de pantalla y relación contractual con el espectador convertido en suscriptor sino un flujo constante de novedades mayor que los que exigía la pantalla cinematográfica
Pero como saben todos los creadores es imposible mantener el estándar de calidad y brillantez si te exigen más con lo mismo o incluso con menos (Pixar sufrió recortes de plantilla) , lo que nos lleva a considerar una hipotesis sobre el futuro del ocio filmado (aka cinema):
una espiral de peores películas que lleva a menos espectadores al cine y/o terminen desanimando al abonado a la plataforma y acaban terminan siendo rellenos entretenidos para el FAST o las TV en abierto con publicidad
otro escenario quizá menos pesimista seria que desparezcan los actuales estudios de producción y aparezca otros nuevos que capten mejor la demanda actual, con presupuestos menos estratosféricos (menor riesgo financiero)
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