La pelota en el tejado de los padres: menores online y la propuesta Luisiana

Quizá la forma más útil de entender una Web3 (o 3.0) no sea (solo) la tendencia hacia la descentralización, sino la etapa del advenimiento de una ola reguladora global del acceso a Internet que con toda seguridad convertirá a los servicios dentro de esta red en otra cosa 

El penúltimo hito en el camino hacia la equiparación de las leyes que afectan el comportamiento online y offline esta a punto de darlo el Estado de Luisiana (US) con una propuesta de Ley que obligará a los menores a tener el consentimiento de sus padres para acceder a cualquier servicio online que requiera registro personal lo que va mucho más lejos que las leyes que hemos visto hasta ahora ya que incluyen redes sociales, mails o plataformas de videojuegos  

Esta nueva ley afectaría también a las cuentas que cualquier menor (se entiende que del Estado de Luisiana) tenga ya abiertas en cualquiera de estos servicios ya que sus padres/tutores tendrían potestad para rescindir estos contratos, o sea algo que el Código Civil de Luisiana recoge desde 1984 al declarar que 

"un contrato realizado por una persona sin capacidad legal es relativamente nulo, y puede ser rescindido simplemente a petición de su representante legal"

Obviamente hay aquí algo de controversia por que una Ley así choca con la libertad de expresión de estos menores, pero que duda cabe que en la vida cotidiana (sin mediación de Internet) cualquier contrato firmado por un menor tiene que contar con el permiso de sus padres (hasta hacerse socio de un gimnasio!)

Bajo este punto de vista esta ley parece hasta lógica, lo que pasa es que choca con el hábito social que ha venido siendo Internet hasta ahora. ¿Es un paso atrás? Simplemente es un paso sin caer en la tentación de crear el bando de los malos que recopilan datos de menores poco o nada conscientes y el bando de los buenos que quieren poner freno a tanta barra libre en el acceso

Aunque 30 años pueda parecer mucho en la vida de una persona, no es mucho tiempo para asimilar un cambio social tan grande como es Internet y por eso las empresas que operan dentro de ella se encontraron con un camino expedito sin regulación alguna para desarrollar su modelo de negocio y de paso crear una cultura generacional como en su día fue la radio en FM, las revistas musicales, la moda juvenil, los primeras consolas de videojuegos o el permiso de conducción a los 16 años