Wednesday, March 07, 2018

iPhones menos adictivos por favor! Stanford otra vez


Aunque era previsible no sabíamos exactamente cuando iba a empezar el movimiento pendular hacia una menor dependencia tecnológica, especialmente de los smartphones icono de la actual cultura de la conexión permanente 

La paradoja es que estas reflexiones cristalicen en protestas en el corazón mismo de Palo Alto (California dreaming), en la mítica e icónica Universidad de Stanford

La noticia es anecdóticamente breve: 4 estudiantes de Stanford a punto de graduarse en Ciencias de la Computación han iniciado una simbólica protesta enfrente de la antigua sede de Apple en Cupertino para protestar contra la adicción que genera sus iPhone...

Este tipo de iniciativas de haber ocurrido en cualquier ciudad asiatica o europea nadie le hubiera hecho el minimo caso (atención=0), pero como el contexto espacial sigue siendo determinante en esta era de Internet pues ya tenemos conversación neomediatica en marcha

La adicción al iPhone/smartphone como cualquier neurosis es bueno que se identifique e incluso que se inice una estrategia de recuperación...lo curioso es que estos 4 estudiantes protestan frente a la adicción de uno de los objetos del deseo para el 85% de la humanidad que NO tiene uno

La enfermedad posmoderna es que personas que se gastan entre 600 y 700 dolares en comprarse un iPhone luego encuentran demasiado atractivo su uso como para dejarlo y vivir la otra vida restante (o sea todo lo demás)

Un consejo para estos 4 emprendedores y sus nanoaltavoces mediáticos:

si no quieres adicción al iPhone no hace falta que Apple incluya un essential mode (solo llamadas, texto y fotos) basta con comprar un teléfono básico (feature phone) como el bonito, robusto y barato Nokia 3310

Si las personas prefieren chequear el Messenger o hablar a Siri en vez de tomarse una cola light (?) al dorado sol de California (always dreaming of) entonces el problema NO es de Apple y sus plataformas sino del vacio discurso social actual 

Recuerdo (muy) de niño las borrosas imágenes de aquellos estudiantes en los años 60 en Stanford (donde estaba eso?) que protestaban contra casi todo, conduciendo coches que para nosotros eran de ricos, con ropas que en España no se vendian y en una universidad que parecía un campo de vacaciones comparadas con las nuestras ..!

El bucle parece volver aunque con menor intensidad y probablemente sin ninguna transcendencia, por que el epicentro del problema no esta Cupertino ni en Mountain View sino en los hogares de las familias, las escuelas, y ese largo etcétera que (antes) vertebraba con valores a las personas...

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