Netflix y los OTT: no es lo mismo ver que pagar por ver

La evolución de los medios desde la aparición de Internet hasta ahora nos ha enseñado dos factores muy importantes:

el primero, que la innovación se ha centrado fundamentalmente en el usuario o antigua audiencia. Es decir que la principal aportación de los Netflix, Amazon (prime), Hulu etc fue imaginarse como hacer el ocio más sencillo (y por tanto agradable) a sus usuarios, logrando que la tecnología fuera prácticamente invisible en el acceso o en otros términos que NO fuera barrera de entrada (¿como se usa esto?)

pero inmediatamente, siendo honestos vemos con claridad que estos nuevos medios sobre la red (OTT) y el resto de estrellas emergentes (TikTok) o más consolidadas (Instagram) están aprendiendo lo que los gestores de los medios convencionales YA sabían en el siglo pasado

En el caso de Netflix, este creció sin duda exponencialmente en  todos los mercados, pero se da de frente con la realidad de los datos: el 61% de sus usuarios reconoce que comparte su cuenta con amigos, familia, etc, un porcentaje algo menor en Amazon Prime (un 47%) pero igual de significativo

Este factor es típico de todas las industrias de suscripción pero también de sectores como la prensa o en su día el alquiler de video domestico (Home Video). Por eso, las mediciones en la prensa se ofrecen en dos formas: la audiencia (lo leo pero no lo pago) y la difusión o número de ejemplares vendidos (lo leo y lo pago)

O sea que Netflix y el resto de OTT pueden crecer aun más arrebatando suscriptores al cable (PayTV) pero eso no significa que sus ingresos se incrementen proporcionalmente. Lo que necesariamente conducirá en algún momento a estos nuevos medios a la publicidad como fuente de ingresos, lo que paradójicamente les llevara a ser la TV en streaming en vez de ondas o cable